Durante el año 2023, las plantas hidroeléctricas en México experimentaron una reducción significativa en su capacidad de generación de energía, con un decremento del 47% con respecto a su producción en el año 2022. Según un informe presentado por la Agencia Internacional de Energía (IEA), esta disminución en la generación de electricidad ha llevado a la necesidad de recurrir a fuentes de energía más costosas, como el gas natural, que a su vez resultan en mayores emisiones de gases de efecto invernadero. Estos cambios han tenido un impacto en el cumplimiento de los compromisos internacionales de México en relación a la mitigación del cambio climático.
Este escenario crítico se desarrolla en un contexto de creciente demanda de electricidad en el país, en respuesta a la recuperación económica posterior a la pandemia de COVID-19. Según el informe de Electricidad 2024, Análisis y Previsión a 2026, la energía hidroeléctrica históricamente ha representado alrededor del 40% de la fuente de energía renovable de México y ha sido una fuente crucial de generación durante la temporada de verano, además de proporcionar flexibilidad y respaldo energético cuando otras fuentes de generación enfrentan interrupciones. No obstante, las sequías recurrentes en los últimos años han comprometido gravemente la disponibilidad de esta fuente energética.
La IEA señala que la demanda de electricidad en México aumentó en un 3% interanual en 2023, siguiendo de cerca la tasa de crecimiento económico del país, que fue del 3.2%. El informe también prevé que esta demanda mantenga un crecimiento estable del 2.5% en el período comprendido entre 2024 y 2026.
Un factor que contribuirá a este aumento en la demanda eléctrica es la necesidad de cumplir con un mayor porcentaje de contenido regional en los productos comerciados en América del Norte, como se establece en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El informe de la IEA destaca que la disminución en la generación hidroeléctrica no es un fenómeno aislado de México, sino que afecta a nivel global. En 2023, países como Canadá, Estados Unidos, China, India y Turquía también experimentaron reducciones en la producción de energía hidroeléctrica. Esta tendencia subraya la vulnerabilidad de la producción hidroeléctrica a los patrones climáticos cambiantes y pone de manifiesto la exposición potencial de todos los países que dependen en gran medida de esta fuente de energía.