Como triunfar en un un país como México…

Tomen este artículo como una especie de tutorial, para triunfar en un país tan surrealista y sui géneris (único en su especie) como el nuestro, si usted tiene: talento, conocimientos, habilidades, inteligencia, integridad, dignidad, valentía… sus posibilidades de triunfo son escazas, remotas, esos valores bizarramente juegan en contra de quien los posea, además es claro que nacieron en el país equivocado. ¿Quiere usted triunfar en este país? Fácil, sea: vicioso (drogas legales e ilegales), desprecie el conocimiento, sea sucio y desastroso en su persona, sea amante de lo ajeno (ratero), arrástrese ante el poderoso, sea cruel con el débil, sea barbero y obsequioso con su superior jerárquico, sea déspota e injusto con sus subordinados, vote por Morena e inscríbase el él, delate a sus compañeros de trabajo (chismoso), trabaje lo menos posible, incrústese en actividades delictivas, mienta, robe y traicione al por mayor, sea pervertido, sea cínico con sus fechorías, solácese con el dolor ajeno, sea necio hasta el cansancio, sea torpe en su preferencia política. Hasta ahí mis sentidas recomendaciones para ser una persona exitosa. Siguiendo mis estrambóticas directrices, tendrá el mundo a sus pies, disfrutará las mieles del triunfo, puede llegar a ser, un alto ejecutivo o dueño de una empresa comercial o de servicios, esto es en el ámbito de la iniciativa privada. En la administración pública, ahí se amplían ostensiblemente sus horizontes, su futuro, sería como el de las tarjetas de crédito de un potentado, “No tendría límites“, puede ser: regidor, síndico, presidente municipal, diputado local, diputado federal, senador, gobernador y si se le alinean los astros hasta presidente de la república. ¿Se puede triunfar con los atributos y valores primeramente mencionados? Por supuesto que si, aunque serían la excepción de la regla, con un camino más tortuoso y difícil.

Se los dice un hombre de casi siete décadas, que ha visto de todo, que cree conocer el alma humana, que ha probado el triunfo y la derrota, que ya vivió más de lo presupuestado. Tome lo que le sirva y deseche lo que considere superfluo, a fin de cuentas, la decisión que tome, definirá su futuro…

Olvido fácilmente una ofensa, nunca un favor recibido.- la gratitud me es algo inherente, y si el favor incluye a mi familia mi gratitud será eterna y posiblemente desproporcionada. Quiero mencionar aquí a Victoria (Vicky) Caraveo Vallina, quien a inicio de la larguísima pandemia, me confió una importante cantidad de recursos para mantenerme a flote en mi negocio. De tal manera que, cualquier cosa que me encomiende, será atendida con presteza, como si de una orden perentoria se tratara. También debo mencionar en ese mismo tenor, a la ex diputada estatal Patricia Jurado y al Arq. José Luis Rodríguez Chávez. Me asombra la condición humana que hace malagradecidas a muchas personas. Fui derecho humanista en Ascensión Chih. y doy fe, de lo difícil que es ayudar a mucha gente, hasta parece que les hizo un daño muy grande al ayudarles a resolver algún problema. Aún así, seguiré ayudando al límite de mis fuerzas. Hay un joven de un comercio cercano al mio de nombre Jorge Rocha, tiene escasos 16 ó 17 años él, algunas veces ayuda a su abuelo a atender su negocio (minisúper). Hace poco le comenté mi disposición de auxiliarlo y para ello le di mi teléfono, por si llegaran al negocio personas malvadas y pretendieran hacerle daño, le dije, “Háblame, de inmediato acudiré en tu ayuda“. Espero que algo así no suceda, de ser así, ahí estará su amigo para ayudarle.

“El código moral del fin del milenio no condena la injusticia, sino el fracaso”

Eduardo Galeano

“El agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien”

Francisco de Quevedo

Autor: José Cruz Pérez Rucobo