En el transcurso del actual sexenio, la deuda de Pemex con sus proveedores ha mostrado un incremento considerable, casi duplicándose sin lograr revertir la tendencia decreciente en la producción de crudo.
A finales de 2018, la deuda de la petrolera con sus proveedores ascendía a 149,843 millones de pesos. Para septiembre de este año, este monto se ha disparado a 297,078 millones de pesos, representando un aumento del 98.3 por ciento.
En contraparte, la producción de crudo de Pemex ha descendido un 3 por ciento. En diciembre de 2018, alcanzaba 1,707,000 barriles diarios, mientras que en septiembre pasado registró 1,655,000 barriles diarios.
Las expectativas al inicio de la administración se centraban en lograr una producción de 2.6 millones de barriles por día, aunque posteriormente esta meta fue ajustada a 2 millones de barriles. Sin embargo, la situación financiera de Pemex ha impactado negativamente en sus relaciones con proveedores, poniendo en riesgo la producción de hidrocarburos, la inversión y la viabilidad de las empresas contratistas, según alertaron diversos organismos del sector privado y especialistas.
La Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi) expresó su preocupación en una carta enviada a los titulares de Energía y Hacienda, subrayando la criticidad del impago a proveedores para la industria petrolera. Esta llamada de atención se suma a las advertencias de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (Amespac), que cuenta con miembros relevantes como SLB (antes Schlumberger), Halliburton y Baker Hughes, todas ellas en la lista de firmas con las que Pemex tiene deudas pendientes.
Luis Eduardo Chavarría, director general de Kepler Oil & Gas, señaló que solo los proyectos prioritarios del Gobierno cuentan con recursos suficientes para cumplir con sus obligaciones, lo que ha dejado en una posición crítica a numerosas empresas, especialmente las pequeñas y medianas, con adeudos que oscilan entre seis y ocho meses.
Erik Manuel Priego, socio fundador de la Firma Legal Priego Brito & Guzmán Juárez, advirtió sobre el riesgo que enfrentan las prestadoras de servicios locales debido a la prolongada falta de pago.
A pesar de que Pemex ha recibido apoyos financieros por 806,000 millones de pesos hasta el tercer trimestre, destinados en parte al refinanciamiento de su abultada deuda financiera que asciende a un total de 1,864,778 millones de pesos, la empresa ha enfrentado dificultades para cumplir con los compromisos pendientes, afectando así la cadena de valor de la industria petrolera en el país.