“El discreto encanto de la pendejez”

Por: José Cruz Pérez Rucobo

De forma evidente, el artículo de hoy es una paráfrasis del libro y posterior película, realizados ambos por el gran español nacionalizado mexicano Luis Buñuel. Libro y película se titularon “El discreto encanto de la burgesía”, ahora que para los que les gustan los nombres originales, se llamó en el Idioma de Victor Hugo (Francés), “Le charme discret de la bourgeoisie”. También evidentemente, no hablo Francés, lo aclaro por si estaban con el pendiente.

Entrando de lleno a mi idea central, es seguro que se ha dado cuenta de lo exitosos que son (regularmente, no siempre) los mal preparados académicamente, los que no respetan a los demás, los que son implacables en los negocios, los que no leen ni por error, los que se apropian de lo ajeno con desteza, los que nunca pierden la oportunidad de aprovecharse de quien se deje… Quizá le resulte exagerado, pero eso es lo que percibo.

Hoy domingo por la mañana, comentando con mi esposa acerca de un joven de NCG cuyos padres amigos nuestros lo envían a estudiar al Tecnológico de Monterrey  (campus Monterrey) y la fortuna que eso implica, sin embargo, aunque la preparación ahí impartida es de excelencia, sus egresados no siempre ocupan las plazas que sus conocimientos merecen. He conocido (y sufrido) a verdaderos monstruos sin pizca de ética en los puestos más elevados y prominentes, ¿quiere ejemplos? Salen sobrando, ustedes saben a quienes (quien) me refiero.

Ser tonto en México es más que una profesión o título nobiliario.- en el pasado enunciado me alejé un poco de mi intención original, ahí voy, ¿se ha dado cuenta lo exitoso que es un pelmazo? Parece broma, los más duros de entendedera son los ganones. Hay una frase popular que reza, “Se hace pendejo para tragar a puños”, lo cual es verdad, pero si se es pendejo en forma natural (sin fingirlo) su triunfo es arrollador. Hay creencias sin base lógica alguna que aseguran que un hombre o mujer inteligente es más peligroso que un pend…tonto. Otro mito es desconfiar de los que como un servidor no bebemos alcohol, fumamos tabaco ni consumimos droga alguna, para una sociedad alrevesada como la nuestra, somos más peligrosos que los que tienen vicios, nos tildan de raros, mucho menos confiables y por ende no contratables. Recordemos a Rubén Fuentes y su folclórica canción, ¡Que bonita es mi tierra!, “Ay caray, caray que bonita es mi tierra que bonita, que linda es…”

“Es solo por su estupidez que algunos pueden estar tan seguros de sí mismos”

Franz Kafka

“La estupidez real siempre vence a la inteligencia artificial”

Terry Pratchett

“Has atribuido a la villanía condiciones que resultan simplemente de la estupidez”

Robert Heinlen