El fiscal general del Estado, César Jáuregui Moreno ha demostrado bastante inseguridad en relación al conflicto que se tiene con los grupos de la delincuencia organizada, y es que, no por nada, mandó blindar las instalaciones de la FGE. No sólo se han visto agentes desplazados en las inmediaciones de la fiscalía ubicada en el Paseo Bolívar, sino que el acceso a la misma se ha convertido en un viacrucis, pues hay entre tres y cuatro filtros, se revisa hasta los calcetines y hay varios elementos armados. Esto no sólo demuestra que hay temor dentro de la Fiscalía General del Estado, sino que intimida al ciudadano común quienes prefieren no ingresar al lugar. Esta situación no abona en nada a la falta de cultura de la denuncia que hay en Chihuahua y todo México, sino que también gasta recursos valiosos que pueden servir más en las calles que en las propias oficinas. ¿A qué le tendrá miedo el fiscal César Jáuregui?
