El subsecretario de Movilidad, César Komaba, al parecer logró la encomienda de su jefe directo Gilberto Loya Chávez, quien le instruyó de manera enfática que para estas fiestas decembrinas, se redujera lo más posible la cifra de decesos por accidentes viales. Si bien, no fue un saldo blanco, los muertos en la ciudad no llegaron a la decena que se registró el año pasado en donde hubo fallecidos por todos lados, la mayoría en las madrugadas y ocasionados por conductores en estado de ebriedad. Esto se le puede atribuir a dos cosas; la primera es la serie de retenes antiebrios que se colocaron por toda la ciudad, y la otra es al temor de los ciudadanos por el regreso de los asesinatos en los bares y centros nocturnos, sobre todo en el periférico De la Juventud. Aún faltan algunos días para el 6 de enero, fecha en que se considera concluida la temporada de fiestas decembrinas, pero esperemos que la cifra ya no incremente.