México.- El Canciller Juan Ramón de la Fuente ha iniciado conversaciones con funcionarios de países centroamericanos cuyos ciudadanos transitan por México hacia Estados Unidos, informó la Presidenta Claudia Sheinbaum durante la conferencia matutina en Palacio Nacional. Estas acciones responden a las políticas migratorias anunciadas por el Presidente electo estadounidense, Donald Trump, quien planea reforzar las deportaciones una vez que asuma el cargo el próximo 20 de enero.
Sheinbaum destacó que se insistirá a Estados Unidos para que las repatriaciones se realicen hacia los países de origen de los migrantes, mientras México se prepara para recibir a sus connacionales que sean deportados. «En caso de que haya deportaciones, nos prepararemos para darles la bienvenida», afirmó la mandataria, reiterando el compromiso de su gobierno de defender a los mexicanos en Estados Unidos.
En los últimos días, los albergues de migrantes en ciudades fronterizas como Matamoros, Reynosa, Saltillo y Piedras Negras han reportado un aumento en la llegada de extranjeros que buscan cruzar a Estados Unidos antes de que entren en vigor las políticas del nuevo gobierno. Según Francisco Gallardo, coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana, estas instalaciones están llenas, albergando principalmente a familias sudamericanas y centroamericanas.
El cambio en las políticas de asilo en Estados Unidos ha generado incertidumbre entre los migrantes. Durante la administración de Joe Biden, se implementó una ruta legal para solicitar asilo a través de la aplicación móvil CBP One, lo que permitió a muchos esperar en México en condiciones más seguras. Sin embargo, el retorno de Trump ha provocado un repunte de migrantes sin cita previa que intentan ingresar antes de que las medidas sean endurecidas.
A pesar de los esfuerzos del Gobernador de Texas, Greg Abbott, por reforzar la frontera con militares y alambres de púas, el flujo de migrantes ha aumentado. Según el padre Armando Renovato, de la Casa del Migrante en Piedras Negras, muchos buscan cruzar antes del cambio de administración en Estados Unidos. Las autoridades mexicanas y organizaciones civiles continúan monitoreando la situación y gestionando la atención a los migrantes en la frontera norte.