Peligran burros por demanda de piel en China

La mitad de los burros del mundo podría desaparecer ante la demanda de ejiao, gelatina usada en China como cosmético y medicina tradicional

Cada año, millones de burros son asesinados alrededor del mundo con un objetivo: vender su piel a empresas en China para que puedan hervirla y elaborar ejiao.

Es una gelatina producida a partir del colágeno extraído de las pieles. Se mezcla con hierbas y otros ingredientes para crear cosméticos y medicina tradicional china.

Aunque algunos sostienen que es afrodisíaco y ayuda a mejorar la circulación sanguínea, el Instituto de Bienestar Animal (AWI, por sus siglas en inglés) reporta que existe poca evidencia científica sobre sus supuestos beneficios.

4.8 millones de pieles de burro se necesitaban para abastecer la demanda en 2016

A pesar de que producir ejiao está vinculado a maltrato animal y es poca la evidencia sobre sus supuestos beneficios, su consumo está en aumento.

En China, el valor del mercado de este producto era de unos 3.2 mil millones de dólares (mdd) en 2013, mientras que en 2020 creció hasta cerca de 7.8 mdd.

Se explica por los mayores ingresos de las personas, la popularización del ingrediente en series de televisión y el envejecimiento de la población, pues los principales consumidores son de edad avanzada.

A veces es recetado por médicos e incluso llega a ser cubierto por los seguros de salud.

783 dólares cuestan un kilogramo de ejiao, equivalentes a más de 14 mil pesos mexicanos

Si la demanda de ejiao continúa en tendencia ascendente, la mitad de los burros del mundo podría desaparecer en cinco años, alerta AWI.

China alguna vez fue hogar de la población más grande de dichos animales con alrededor de 11 millones, pero en años recientes descendió a entre 3 y 4 millones, así que la industria volteó a otros países de África, Asia y Sudamérica para abastecer su negocio.

Tanta demanda causa el robo de animales y el tráfico a cargo de organizaciones criminales internacionales. Brasil y El Salvador son ejemplos de países de América Latina involucrados en el mercado de ejiao.

Los burros explotados por la industria del ejiao experimentan sufrimiento inmenso y muertes aterradoras, consideran AWI y Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés).

Ya que sólo su piel es valiosa para las empresas, no existen incentivos para cuidarlos. Son amontonados en camiones que los transportan sin agua, comida ni descanso. No se atienden las infecciones ni las extremidades rotas. Si mueren en el camino, son desollados ahí mismo.

Los que consiguen llegar al destino deben vivir en instalaciones atiborradas, sucias, con poca sombra y sin agua limpia. Algunos están en condiciones tan deplorables que no pueden mantenerse en pie.

Su existencia termina de forma inhumana, denuncia PETA: son amarrados, golpeados con mazos en la cabeza y sus gargantas son abiertas con un cuchillo una vez que caen.

“Después de que colapsan, sus gargantas son cortadas y se recuestan en agonía, muriendo lentamente por la pérdida de sangre”, detalla la agrupación.

La matanza masiva de burros también tiene consecuencias sociales porque son animales que representan una fuente de ingresos para algunas personas y un medio de transporte para otras.

En África, hay mujeres que dependen de estos equinos para cargar agua y otros bienes. Sin ellos, muchos niños dejan de ir a la escuela porque deben de ayudar a su familia con tareas domésticas.

La pérdida de un burro en un hogar rural de Kenia, por ejemplo, está asociado con un mayor riesgo de pobreza, abandono escolar, fragilidad económica e inseguridad hídrica.

Además, el traslado no regulado de estos animales puede contribuir a propagar enfermedades similares a la influenza equina.

Ciertos países, como Burkina Faso y Nigeria, han prohibido el asesinato de burros y su exportación, pero son medidas insuficientes para detener el tráfico.

A decir de especialistas, son necesarias regulaciones para mejorar el bienestar de los burros, prevenir daños a comunidades locales y contrarrestar las actividades ilegales.

Con información de Reforma