¿Quiénes emigran de un país?

A raíz de la tragedia sucedida en las cercanías de San Antonio Tx. donde es detectado un tráiler que transportaba migrantes indocumentados (la mayoría mexicanos) en condiciones infrahumanas que provocaron la muerte de la mayoría de ellos (53 hasta el momento), me surgen algunas interrogantes, ¿qué tipo de personas migran de su país de origen?, ¿cual es la edad mayoritaria?, ¿son ilegales o sólo carecen de documentos? Posibles respuestas (hay muchas más). Las personas que emigran de su país de origen, básicamente son personas valientes que al no encontrar los satisfactores deseados en su nación, temerariamente buscan un lugar donde puedan realizar sus sueños, así les cueste la vida, como lamentablemente sucede con frecuencia. Su edad es principalmente jóvenes, desde niños hasta hombres y mujeres de mediana edad (35 años aprox). Las personas no son ilegales, la ilegalidad está en sus documentos o ausencia de estos, no confundamos. Lamento profundamente el sufrimiento y en algunos casos el funesto desenlace que tienen estos desventurados hombres y mujeres, cuyo único delito es buscar una mejor vida para si mismos y su familia. A los gobernantes de los países expulsores de migrantes, sólo les puedo decir, ¡miserables!

¡Un buen baño de realidad! He de mencionar que lo necesitaba, hace unos días mencioné para mis “Amigos” la posibilidad de ser objeto de ataques a mi persona por motivos políticos y… para mi sorpresa solo muy pocos reaccionaron al mensaje. Un caso excepcional fue del comunicador, a la vez que director de El Tren del Noroeste, Dinazar Echavarría quien me manifestó su apoyo irrestricto. También algunas mujeres y unos pocos hombres. Así las cosas me pregunto, ¿debo seguir en mi quijotesca lucha contra las injusticias y políticos dañinos? No lo creo, necesito dejar de ser solidario con todo mundo, metiéndome en graves problemas, para terminar con la triste conclusión de que los que actuamos de esa manera, estamos básicamente solos. He de moderar bastante mi anti lopismo y anti maru, por mi propio beneficio, ser menos compadecido con la gente y dejar de ayudar más allá de mis fuerzas. Habré de habituarme a ver los toros desde la barrera y a ver llover sin mojarme, que no me quite el sueño quien llegue al poder en cualquier nivel de gobierno y que actúe como quiera y como pueda. Nuestro país (en su conjunto) no tiene remedio y no pretendo ser ningún mártir. Seguiré escribiendo porque es una práctica lúdica (divertida) para mi, además de un gran ejercicio intelectual, trataré de ver el sentido gracioso del acontecer político y social, porque, como se llamaba mi programa de radio por internet, “La vida es una Tómbola“.

¿Por qué en México no tiene un José Mujica que gobierne el país? Surge otra interrogante, ¿es qué en 128 millones de mexicanos no hay ninguno así? Hay que hacer la aclaración que Uruguay (donde fue presidente José Mujica) es un pequeño país de Sudamérica de sólo 3 millones de habitantes. En México por supuesto que hay personas de gran categoría, grandes capacidades y altura de miras, pero, por desgracia, aquí no son apreciadas esas virtudes. El mismo personaje citado, en México jamás hubiera sido considerado… ni para regidor de un pueblo pequeño. Tenemos un extraño gusto por la inmundicia, parecido a las asquerosas moscas. Y ahí estamos como país, viendo como pese a nuestros portentosos recursos naturales y humanos, amén de una posición geográfica privilegiada, somos rebasados en el concierto internacional por países pequeños pero con grandeza de espíritu. Deseo citar a El Salvador, cuyo presidente Nayib Bukele, decidió acabar de raíz con el flagelo que representan sus pandilleros denominados “La mara salvatrucha“, si aunado a ese propósito, se fomentan cambios profundos en su Economía, Educación, disciplina y mística de trabajo, bien podrá incrementar el nivel de vida de sus habitantes, ¿y nosotros? Bien, gracias, eligiendo a los peores.

El extraño caso de las cerezas en NCG.- podríamos encuadrarlo como un fenómeno social-aspiracional-económico-gustativo-engaño colectivo… primero he de mencionar que en esta localidad hay la curiosa manera de comercializar algunos productos por litros, cual si se tratara de pueblitos alejados de la civilización, además la gente está convencida que un litro equivale a un kilo, me he cansado de explicarles que eso ocurre sólo con el agua. Más aún, la cereza es una fruta de sabor agradable pero sin exagerar, muchos esperan que su sabor sea igual a las que se venden envasadas, esas tienen procesos químicos y concentrados que incrementan su sabor. El caso es que este año alcanzó un precio bastante alto, el productor la vendió en $130 kilo y los revendedores en $130 litro, si consideramos que al litro le cabe 550 grs. de cereza, tenemos que el precio se dispara alrededor de $250 el kilo. Desde mi punto de vista es una atrocidad, no así del ingenuo consumidor. Me recuerda un tanto el cuento de “El rey desnudo” ya que su consumo representa un status de prestigio la ingesta de esa fruta. En lo particular me divierte y sorprende. Por último, las uvas sin semilla han tenido un descenso en su precio llegándose a cotizar hasta en $20 kilo (12 veces menos que la cereza), aunque son mucho más sabrosas, la gente siente que es de más caché consumir, las algunas veces insípidas cerezas.

Extraído de Twitter.- “Conocí a un empresario que tenía un restaurante en la CDMX. Le cobraban 20,000 pesos mensuales por derecho de piso. Un día llegó el cobrador y le dijo que ya no serían 20,000 mensuales, que ahora serían 20 mil a la semana. El empresario cerró su negocio y se fue a ponerlo en EUA“.

Crónicas de un país bárbaro… y tonto. De esa manera perdieron los empleados (meseros, cocineros, mozos, administrativos), proveedores, publicistas, dueño del local, los propietarios claro, el fisco, los mismos delincuentes, perdió el país, me pregunto, ¿dónde está la viveza en ese acto? ¿Alguien ganó?..

“No señor, el problema no es la inmigración, es la educación, ser distinto no es ser inferior”

El chojin

“Detrás de toda persona cínica, hay un idealista desilusionado”

George Carlin

Autor: José Cruz Pérez Rucobo / Foto: El Financiero