Chihuahua.- Un total de 53 familias han sido víctimas de desplazamiento forzado debido a la inseguridad en el municipio de Guadalupe y Calvo, según informó Enrique Rascón, secretario de Pueblos y Comunidades Indígenas. Esta situación refleja la complejidad de la crisis que afecta a las comunidades serranas en la región.
Enrique Rascón precisó que, de las familias desplazadas, 13 llegaron recientemente a la ciudad de Chihuahua, donde han recibido atención por parte de la Secretaría General de Gobierno. Por otro lado, en Parral se han atendido a 30 familias más, quienes han sido apoyadas con servicios básicos, incluyendo vivienda y alimentación, para mitigar los efectos del desarraigo.
El funcionario subrayó que se está llevando a cabo un trabajo interinstitucional con el objetivo de ofrecer condiciones de vida dignas a estas comunidades. En este esfuerzo participan corporaciones estatales, federales y, en algunos casos, municipales, abordando principalmente el tema de la seguridad pública, que es esencial para el bienestar de los habitantes de la región.
La situación en Guadalupe y Calvo pone en evidencia la necesidad de reforzar las estrategias de seguridad y atención social en las zonas afectadas, donde cientos de personas enfrentan desafíos para reconstruir su vida lejos de sus hogares.