Guadalupe Y Calvo.- El padre Lorenzo Antonio Medina Díaz, párroco de la Cuasi Parroquia de Nuestra Señora del Rosario en Dolores, Chihuahua, relató el ataque armado que sufrió el pasado viernes, mientras viajaba en una camioneta parroquial acompañado de cinco personas. El incidente ocurrió en el tramo entre Guadalupe y Calvo y el Seccional de Dolores, cuando balas impactaron el vehículo, dejando heridos al sacerdote y a una de las acompañantes.
El ataque tuvo lugar cerca del sitio conocido como Carboneras. El padre Lorenzo recibió un disparo en el hombro, mientras que una mujer resultó herida en la cara. En medio del caos, el sacerdote condujo la camioneta de regreso a la cabecera municipal, recorriendo el trayecto en una hora y 15 minutos sin frenos, hasta llegar al hospital de Guadalupe y Calvo. “Estrellé la camioneta en la barda de Urgencias porque ya no tenía frenos”, relató.
El padre Lorenzo señaló que el ataque pudo deberse a una confusión, ya que habitualmente es respetado por los grupos armados que operan en la región. «Es posible que los responsables no me hayan reconocido, ya que dispararon desde un cerro y no de frente», comentó.
Evangelización en medio de la violencia
El sacerdote, originario de Mérida, Yucatán, ha trabajado en comunidades de la región, a pesar de las condiciones de violencia que prevalecen. Relató que la presencia de grupos armados y enfrentamientos constantes han llevado a muchas familias a abandonar sus hogares, dejando pueblos desolados.
Lorenzo Medina señaló que la falta de autoridades permanentes en Dolores ha agravado la inseguridad. Comentó que, aunque en el pasado existía una base militar, actualmente la presencia de soldados y policías es esporádica debido a los ataques que también enfrentan.
Llamado a la paz y a la reflexión
El sacerdote hizo un llamado a los grupos armados que operan en la región para que reflexionen sobre su vida y busquen la paz y la reconciliación. “Esta vida es pasajera, deben pensar en la salvación eterna”, expresó. Además, destacó la importancia de trabajar por la paz junto con las comunidades católicas y de otras religiones, enfatizando la necesidad de unidad en medio de la violencia.
El padre Lorenzo reafirmó su compromiso de continuar visitando las comunidades de la región, aunque admitió que lo hace con temor, confiando en Dios para seguir adelante. “Pedimos por la paz y seguimos con nuestra labor, porque estas comunidades siempre nos reciben con fe y esperanza”, concluyó.