Somos… ¡nuestras circunstancias y decisiones!

Por: José Cruz Pérez Rucobo

Hoy domingo, deseo desintoxicarme de la política, creo que es saludable. El título de este texto/artículo, viene de la genial respuesta de, José Ortega y Gasset a la pregunta, ¿quién es usted? A la que contestó, “Soy yo, y mis circunstancias”. Complementé la idea, con una caricatura, donde, imagino que en un parque, una madre de familia con celular en mano y perdida en el Internet (al igual que su hijo), le pregunta a una vecina de banca, misma que porta un libro en sus manos (al igual que su hijo), ¿y usted cómo hace para que su hijo lea? La respuesta es obvia, los niños aprenden mayormente por el ejemplo. ¿Han oído la equivocada frase? Haz lo que digo y no lo que hago. Tan extensa introducción es para reafirmar la idea de que muchas veces no somos totalmente dueños de nuestro destino, y este se haya supeditado a experiencias y vivencias de nuestro entorno, sin caer en el determinismo, hay personalidades muy fuertes que logran remontar situaciones adversas en su infancia y triunfan, a eso se le llama “Movilidad social”. Por otro lado, existen quienes tienen las condiciones idóneas para triunfar (recursos, salud, base familiar) y fracasan estrepitosamente.

Disciplina al límite.- estudié mi instrucción primaria en el Colegio III Centenario en Cd. Juárez, donde la enseñanza era impartida por religiosas (guadalupanas). No recuerdo con exactitud, sería en 4to. ó 5to. año que endurecieron la disciplina y para entrar al salón de clase, nos eran revisados: uniforme completo, corbata (bien puesta) y escudo incluido, que llevaramos los libros en perfecto orden, zapatos boleados, bien peinados, que lleváramos peine y pañuelo, por último, nos revisaban las manos y las uñas, se nos exigía una higiene absoluta, la revisión no era minuciosa y por lo tanto rápida. ¿Le parecen muchos requisitos? A mí no, eso nos forjó un carácter que mucho agradezco, con valores y hábitos que mucho nos ayudaron (hablo por mi) en el futuro. Quizá de ahí mi aversión a los vicios, a las groserías y vulgaridad, mi amor al estudio y a la corrección en la oratoria y redacción de textos, a lo que siempre tuve facilidad, ah, y a mi afición por el atletismo y basquetbol. ¿Una educación tan rigurosa tiene resultados adversos? Posiblemente en algunos casos, más aún con aquellos en los que la disciplina no encajaba con sus gustos. Benditos mis padres que con muchos sacrificios, me dieron una educación tan excelente. Porque, no se piense que era gratuita, ni económica al menos. Un afectuoso saludo para mis compañeros(as) de la clase 61-67, me daría mucho gusto que alguno de ellos leyera este evocativo artículo.

“El hombre no es hijo de las circunstancias. Las circunstancias son hijas del hombre”

Benjamin Disraeli

“Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre”

Proverbio chino

“La preparación y la disciplina nos hacen ser dueños de nuestro destino”

Bill Paxton