¿Son los estudios una buena o mala inversión?

Por: José Cruz Pérez Rucobo

Depende, ¿depende de qué? De muchas cosas, del tipo de éxito se busque (económico, personal o espiritual), de qué carrera se estudia, de qué universidad o tecnológico se egrese, del medio socioeconómico de la familia y del país de que se trate. En nuestro país, hay una escasa movilidad social y nuestros estudiantes de extracción popular pierden de vista ese aspecto y se hacen falsas y altas expectativas. Recordemos que no todos podemos ser Benito Juárez, quien, de cuna humilde, incluso indígena llegó a ser presidente de la nación. A fin de cuentas, no todos sirven para el estudio, hay jóvenes con aptitudes, y otros, por desgracia sin ellas.

Cuando impartí clases en preparatoria, invariablemente les transmití el consejo de que únicamente el estudio y preparación eran las llaves que les abrirían las puertas del éxito, aunque una voz interior me decía que eso era mentira. Me es doloroso constatar que una gran cantidad de profesionistas, no consiguen un empleo afín a sus estudios, terminan subempleados o peor, desempleados. Incluso, hay una alta tasa de suicidios por ese motivo.

Consideraría útil que se re orientaran las carreras universitarias a las necesidades del mercado laboral y se restrinja la matrícula de abogados, administradores de empresas, turismo, periodismo, filosofía… entre otras.

Platicando con una persona habitante del pequeño pero progresista y próspero municipio de Galeana Chih. me dice que ellos (LeBarones) tienen muy pocos profesionistas, sin embargo su cultura del trabajo, hace que les vaya muy bien en la vida. Recordemos que ellos provienen de EUA. En la cultura sajona el trabajo es una bendición de Dios. Sin embargo, eso choca con nuestra moral judeo cristiana que considera al trabajo como una maldición bíblica. Aprovechando su doble nacionalidad, los varones de 14 años, una vez que terminan su secundaria, se van a trabajar al país del norte y en pocos años reúnen capital suficiente para comprar tierras, producir el campo o instalar industrias. El hijo de esta persona, con solo 21 años, ya tiene 2,000 nogales de próxima producción. Para terminar me dice con la boca llena de verdad, “¿para qué nos sirve un papelito (título)?”. Piénsenlo…

“Nadie, por muy instruido que sea, puede llamarse hombre culto mientras entre sus estudios y su manera de vivir existe un vacío irreducible”

John Cowper Powys

“El mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años. El segundo mejor momento es ahora”

Proverbio chino

“El empresario es alguien que salta de un acantilado y construye un avión en el camino”

Reid Hoffman