Durante un mitin en Raleigh, Carolina del Norte, uno de los estados clave en las próximas elecciones de Estados Unidos, Donald Trump anunció que impondría un arancel del 25% a todos los productos importados de México si resulta ganador. En su discurso, el candidato republicano señaló que esta medida se aplicaría si el gobierno mexicano no frena la migración ilegal y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Trump mencionó a la presidenta Claudia Sheinbaum, refiriéndose a ella como una «nueva presidenta en México» y comentó que, aunque no la conoce personalmente, «dicen que es una mujer muy agradable». Trump recordó que, durante su administración anterior, la simple advertencia de aranceles llevó al gobierno de López Obrador a ofrecer el despliegue de la Guardia Nacional para detener la migración. Agregó que su relación con López Obrador fue buena, pero destacó que ahora el expresidente se ha retirado.
En la campaña, Trump ha enfocado sus amenazas principalmente en el sector automotriz, sugiriendo que podría imponer aranceles de hasta un 100% o 200% a los vehículos fabricados en México, lo que duplicaría o triplicaría su costo. Sin embargo, en este mitin extendió la posibilidad de un arancel general del 25% a todos los productos mexicanos. Trump afirmó que esta medida «tiene un 100% de probabilidad de que funcione» y señaló que, de no ser efectiva, consideraría aumentar los aranceles gradualmente hasta un 100%.
México ha superado a China y se ha convertido en el principal exportador hacia Estados Unidos, destacando su participación en la producción automotriz. Trump subrayó que México «hace una fortuna» con su producción y exportación de vehículos al mercado estadounidense. Analistas observan que una medida de este tipo podría afectar la relación comercial entre ambos países e incluso desencadenar una guerra comercial.