No nos equivocamos al decir que la mira política estaba puesta en Chihuahua y trascendió a nivel nacional la visita de Xóchitl Gálvez al estado grande, en donde a pesar de una pésima organización en su agenda, donde no invitaron a todos los medios de comunicación, la senadora se dio el tiempo para atender en la medida de lo posible, a quienes la buscaron.
Mientras Maru Campos se encontraba en Parral atendiendo el centenario de la muerte de Francisco Villa, Xóchitl puso a temblar a los morenistas chihuahuenses, demostrando que la oposición tiene un nuevo respiro y no precisamente el último clavo del ataúd, como lo hubiera sido con un Santiago Creel.
De pasadita, se la llevaron a la Antigua Paz, en donde dicen, algún majadero, vulgar e irrespetuoso, que mandó pedir “la de la casa”, aunque esto es sólo una versión que nadie se ha atrevido a confirmar, pero tampoco a rechazar.
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Mientras en Chihuahua los grillos se gozaban a más no poder, en Hidalgo del Parral, Alfredo “El Caballo” Lozoya, se rompía las medias con el alcalde de Balleza, Augusto Medina, aunque no pasó de un ridículo show como el que hacían los personajes de Chespirito cuando ni el copete se despeinaban.
Al parecer la bronca fue porque ambos andaban pasados de copas, pero es que ¿a quién se le ocurrió juntar a semejantes brabucones?
La otra bronca que trae el que se dice dueño de Parral y de Movimiento Ciudadano, «El Caballo» Lozoya… dicen que mandó golpear a uno de sus archienemigos, al hijo de Miguel Jurado Prieto, excandidato del PRI a la Presidencia Municipal de Parral, y dicen que lo atacaron como unos vil cobardes, cuando éste se encontraba descuidado en el Lienzo Charro.
Y para esto, habría utilizado a la policía municipal de Parral, obvio a las órdenes del pelele alcalde César Peña. Ojalá y la discusión haya sido por alguna muchacha, por dinero o por diferencias políticas, y no por cuestiones «más delicadas». Por lo pronto Alfredo Lozoya Santillán, ya fue denunciado ante la Fiscalía General del Estado por presuntamente ordenar la golpiza.
Ahora sólo falta esperar a que Francisco Sánchez Villegas, proponga en el Congreso del Estado que se apruebe el porte de armas para los políticos borrachos.
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La gobernadora Maru Campos inauguró el Subcentro Centinela en Parral, aún y cuando en la lista de espera está el de Camargo, lo que al parecer no se va a lograr aún por algunas fallas que presentaron en la instalación de parte de la tecnología que llegó al lugar.
Maru aprovechó la visita a Parral y le presumió a Miguel Torruco todo lo que implica el Sistema Centinela, como una muestra de cómo combatir al crimen organizado, dejando de lado los “abrazos, no balazos”.
El problema es que al parecer a la gobernadora, nadie le había informado que tan sólo unas horas antes, delincuentes les habían atacado a balazos un arco centinela, despedazando las cámaras de miles de pesos, así como parte de la infraestructura y el cableado de la misma.
Si bien, se desplegó un intensó operativo, de los malandros nada se sabe, pero los criminales ya le van agarrando el modo a la desactivación de esas cámaras, sensores y demás tecnología.
