Luiz Inácio Lula da Silva será otra vez Presidente de Brasil tras vencer a Jair Bolsonaro en la elección de segunda vuelta, informó la máxima autoridad electoral del país.
Con un 99.99 por ciento de las mesas escrutadas, Lula tenía un 50.90 por ciento de los votos, frente al 49.10 por ciento del ultraderechista Bolsonaro, según el conteo oficial del Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE), que detalló que la elección estaba matemáticamente definida.
La encuestadora Datafolha proyectó poco antes el triunfo de Lula, con base en las tendencias.
Bolsonaro, al igual que en la primera vuelta, empezó arriba en el recuento, pero poco a poco fue perdiendo ventaja frente a Lula.
La última encuesta del Instituto Datafolha previó un resultado estrecho para este domingo, con 52 por ciento de las intenciones de voto para el ex Mandatario Lula frente a 48 por ciento para el Presidente Bolsonaro.
En las elecciones de primera ronda el 2 de octubre, Lula fue el más votado de los 11 candidatos con un 48 por ciento de los sufragios, mientras que Bolsonaro fue segundo con un 43 por ciento, lo que mostraba que las encuestas habían subestimado de forma considerable la popularidad del Presidente.
Más de 150 millones de brasileños pueden votar, aunque el 20 por ciento del electorado se abstuvo en primera ronda.
Lula, un antiguo líder sindical nacido en la pobreza, organizó huelgas contra el Gobierno militar de Brasil en la década de 1970. Su Presidencia de dos periodos estuvo marcada por un auge económico impulsado por las materias primas y dejó el cargo con una popularidad récord.
Sin embargo, su Partido de los Trabajadores se vio enlodado posteriormente por una profunda recesión y un escándalo de corrupción sin precedentes que le llevó a la cárcel durante 19 meses por condenas de soborno, que fueron anuladas por el Tribunal Supremo el año pasado.
En su tercer mandato, Lula se enfrentará a una economía en declive, a restricciones presupuestarias y a una legislatura más hostil. Los aliados de Bolsonaro forman el mayor bloque en el Congreso después de que las elecciones generales de este mes revelaron la fortaleza de su coalición conservadora.
Bolsonaro, de 67 años, ha hecho repetidas denuncias de fraude electoral y el año pasado habló abiertamente de negarse a aceptar los resultados de la votación. Por la noche todavía no se había referido al resultado.
La elección de este domingo se realizó entre denuncias de que la Policía Federal de Carreteras (PRF) estaba obstaculizando el traslado de los votantes a las urnas, particularmente en zonas del noreste de Brasil donde tiene mayor fuerza el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula. La Policía realizó más de 500 operativos a autobuses y vehículos que transportaban votantes pese a que el TSE había ordenado el día anterior no hacer este tipo de acciones para facilitar el voto.
Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, promete “arreglar el país” impactado todavía por la crisis de la pandemia y sus 688 mil muertos.
En su campaña destacó sus logros socioeconómicos, como la salida de la pobreza de más de 30 millones de brasileños gracias a iniciativas sociales financiadas con el ‘boom’ de las materias primas.
Cuenta con el apoyo de los más vulnerables y de quienes se resintieron de las políticas y exabruptos del ultraderechista, como los jóvenes, las mujeres y las minorías.
Con información de Reuters
Tomado de el reforma