Durante su discurso sobre el estado de la nación, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, abordó temas sensibles sobre la situación en Ucrania y emitió una severa advertencia a Occidente respecto a una mayor implicación en el conflicto, alegando el riesgo de desencadenar un conflicto nuclear mundial.
Putin destacó la disposición de Rusia para defender sus objetivos en Ucrania y advirtió sobre las consecuencias trágicas que podrían surgir de una mayor intervención extranjera en el conflicto. Hizo hincapié en que Rusia posee armas capaces de alcanzar objetivos en el territorio occidental, y señaló que cualquier intento de despliegue de tropas terrestres occidentales en Ucrania tendría repercusiones graves.
El líder ruso criticó la retórica de los líderes occidentales, a quienes acusó de imprudentes e irresponsables, y reiteró que las fuerzas nucleares rusas están totalmente preparadas para cualquier escenario. Además, destacó el despliegue de nuevas y poderosas armas, algunas de las cuales han sido probadas en el campo de batalla en Ucrania.
Putin también rechazó las afirmaciones occidentales sobre la amenaza de un ataque ruso a los aliados de la OTAN en Europa, calificándolas de desvaríos. Enfatizó que las acusaciones formaban parte de una estrategia para llevar a Rusia a conversaciones sobre el control de armas nucleares, según los términos de la Casa Blanca.
El discurso de Putin reflejó su firme postura respecto a la soberanía de Rusia y su determinación para proteger los intereses del país en Ucrania. Asimismo, subrayó el papel crucial de los veteranos del ejército en la nueva élite del país, invitándolos a unirse a un programa de formación para funcionarios civiles.