El Gobierno del Presidente Joe Biden ha dado un giro significativo al aprobar la primera ayuda militar directa de Estados Unidos a Taiwán, como parte de un programa de asistencia a Gobiernos extranjeros. Fuentes oficiales confirmaron este miércoles la importante medida, que responde a la iniciativa denominada Financiación Militar Extranjera.
Nuevo Capítulo de Asistencia: Ayuda de 80 Millones de Dólares
El Departamento de Estado transmitió al Congreso, el pasado martes, un paquete de asistencia de 80 millones de dólares destinado a Taiwán. Aunque este monto es menor en comparación con ventas recientes de equipo bélico a la isla, marca un hito al ser la primera ayuda bajo esta iniciativa. Estados Unidos ha reconocido oficialmente a Beijing durante décadas, pero el Congreso ha exigido, en virtud de la Ley de Relaciones con Taiwán, el respaldo en armamento a la democracia autónoma para su autodefensa.
Superando el Enfoque de Ventas: Nueva Dirección en la Asistencia
La historia ha visto cómo diferentes Administraciones estadounidenses han canalizado su apoyo a Taiwán a través de ventas de armas, evitando ayudas directas que pudieran generar tensiones con China. La nueva medida marca un cambio al ofrecer asistencia directa, aunque el Departamento de Estado aclaró que esto no implica un reconocimiento de la soberanía de Taiwán.
Política de Larga Data: Una Sola China y Mantener la Autodefensa
El Departamento de Estado subrayó que la iniciativa está en línea con la política de una sola China y la ley de relaciones con Taiwán. La medida busca proporcionar a Taiwán los recursos necesarios para mantener su capacidad de autodefensa. Estados Unidos enfatiza su interés en la paz y la estabilidad en la región del estrecho de Taiwán, aspectos esenciales para la seguridad global.
Objetivos de Paz y Estabilidad Regional
La reciente autorización de venta de equipos de detección para los aviones de combate de Taiwán, sumada a esta ayuda militar directa, reflejan el compromiso de Estados Unidos en respaldar la capacidad defensiva de la isla. Esta postura busca no solo proteger a Taiwán, sino también salvaguardar la paz y la prosperidad en una región crucial para la estabilidad regional y global.