En el día de Navidad, la caravana de migrantes avanzó por las carreteras de Chiapas, en el sur de México. Los migrantes, compuestos por adultos, menores y familias completas, se levantaron temprano después de pasar una Nochebuena sin celebraciones, regalos ni grandes cenas, durmiendo en un parque.
La Iglesia católica y algunos vecinos proporcionaron bocadillos, plátanos y agua, mientras que algunos niños tuvieron la suerte de recibir un poco de pollo. A pesar del contexto emotivo de las festividades, la mayoría de los migrantes mantenían la esperanza de que las autoridades mexicanas les permitieran llegar a la frontera con Estados Unidos.
La caravana, que constaba de aproximadamente 6,000 personas caminando en grupos dispersos a lo largo de varios kilómetros, partió de Tapachula el domingo, cerca de la frontera con Guatemala, y avanzó hasta la localidad de Huixtla, a unos 40 kilómetros, donde planeaban pasar la noche en una cancha deportiva.
Este grupo, compuesto por personas de diversas nacionalidades, incluyendo centroamericanos, venezolanos y cubanos, es la caravana más grande formada en este año y coincide con la visita de una delegación de alto nivel de Estados Unidos a México para discutir nuevas medidas para controlar el creciente flujo de migrantes en la región.
Los migrantes expresaron su frustración por los intentos de los gobiernos de los países vecinos de endurecer las políticas en lugar de ayudarlos a mejorar sus vidas. A pesar de las dificultades, muchos mantuvieron la esperanza de encontrar una vida mejor en su viaje hacia el norte.
La región ha experimentado un flujo de migrantes sin precedentes debido a la lentitud de los procesos de regulación migratoria en Tapachula y a la falta de oportunidades de vida y empleo digno para los extranjeros que esperan la documentación en esa ciudad. Desde finales de 2021, las autoridades han optado por dejar que los migrantes se cansen y disolver los grupos ofreciéndoles documentación temporal que, en muchos casos, los migrantes utilizan para continuar su viaje hacia el norte por su cuenta.
La situación migratoria en la región ha sido un desafío constante, con un creciente número de personas que buscan un futuro mejor en medio de dificultades y obstáculos significativos.