Dan más de 10 años de cárcel al asesino de los perros Athos y Tango

Sin derecho a fianza

Querétaro.- Benjamín N., quien fue declarado culpable por el asesinato de los perros Athos y Tango en Querétaro, fue sentenciado a 10.5 años de cárcel.

Además de la sentencia en la cárcel la jueza Alicia Basurto García impuso al hombre una multa de 2.3 millones de pesos.

Del total del dinero 2.1 millones de pesos son como reparación del daño por la muerte de Athos. En tanto, 223 mil 548 pesos por Tango; más de 12 mil 600 pesos por gastos veterinarios; más de 17 mil pesos por daños psicológicos y 50 mil pesos por daño moral.

El juicio contra Benjamín N. fue el primero por maltrato animal en Querétaro y resaltó porque Athos y Tango eran perros de búsqueda y rescate.

Tango era un perro de asistencia emocional en tanto que Athos estaba certificado en búsqueda y rescate de personas vivas y cadáveres.

El envenenamiento de ambos canes ocurrió en junio de 2021 en Querétaro y en el juicio participaron más de 30 testigos.

Benjamin ‘N’, de 60 años, envenenó a los dos perritos. Fue encontrado culpable gracias a un video y testimonios de vecinos que comprobaron sus intenciones de matar a los ejemplares.

Durante la investigación se encontraron salchichas como las que utilizó para envenenar a los animales.

Athos y Tiago

Athos contaba con una certificación como rescatista ante la organización internacional de perros de búsqueda y rescate y estaba acreditado por la Cruz Roja Mexicana, además, participó en la localización de personas sepultadas en el terremoto del 19 de septiembre de 2017.

El equipo de búsqueda y rescate urbano lamentó la pérdida de este pilar importante de la corporación, y en un mensaje en las redes sociales se destacó que Athos “fue un compañero incondicional que dedicó su vida a servir” y que su amor era incondicional para los humanos.

A través del muro de Facebook de Athos, sus compañeros rescatistas lamentaron la pérdida de un can que “dedicó su vida a servir sin pedir nunca nada a cambio, sus patas marcadas con cicatrices por pisar escombros y aún así continuar en la búsqueda”.

Por su parte, Tango fue “un perrito de asistencia que tuvo una historia de vida especial que el destino puso en unas excelentes manos como su nueva familia”, expresó la Cruz Roja de Querétaro.

“Tanto Tango como Athos fueron amigos incondicionales de la corporación, la cual los despide como lo grandes que fueron”, publicó la organización en su momento.

Con información de EFE y Universal