“Enseñando a ganar”

La historia que hoy presento es absolutamente verídica, por lo tanto cae en la categoría de anécdota. La escribí hace cuatro años y corresponde a un lapso de seis meses, sin duda, uno de los más felices de mi vida. Sirva para evocar ese tiempo y con ello reclamar a los que teniendo una de las profesiones más hermosas (profesor), no cumplen a cabalidad con el honroso encargo de educar a los niños correctamente. cómo olvidar aquellas caritas ávidas de conocimientos, puedo asegurar que yo aprendí mucho más de ellos, si algo les enseñé, además de terminar el plan de estudios, fue actitud, deseos de superación, respeto por los demás y un comportamiento decoroso, un cariñoso saludo para aquellos maravillosos niños, ahora de entre 24 y 28 años
                                                                “Enseñando a ganar”
Corría el año 2001, y vivía en Saucillo Chih. cuando por andar en campañas políticas, cerré un pequeño negocio que me daba sustento junto con mi familia, y así, de golpe me di cuenta -al acabarse la época electoral- que carecía por completo de ingresos económicos. Algunos amigos de esa localidad, supieron de mi situación y me consiguieron la sustitución de una profesora a la que otorgaron un permiso por seis meses. yo había impartido clases, pero a nivel preparatoria nunca en primaria
Como la escuela era rural -a seis kms. de Saucillo- era también de organización incompleta, esto es, eramos cuatro profesores para atender a seis grupos. Y ahí me tienen con los grupos de primero y segundo a mi cargo, ¡nada más me faltó que me dieran kínder y maternal! me sentía desubicado, debido a que con mi corpulencia física no era exactamente lo que los niños esperarían
Lo bueno fue que los niños y padres de familia captaron mi genuino interés en servirles y desde el primer día me dieron su apoyo y confianza. He vivido muchas experiencias en mi larga y azarosa vida, pero puedo asegurarles que esos seis meses fueron uno de los lapsos mejores que he tenido. Y desde entonces, menos entiendo a los malos profesores, que no les enseñan nada a los niños, que no se interesan en ellos, que los golpean y en casos extremos abusan de ellos
Fui un profesor Sui Géneris -único en mi especie- lo proclamo y me jacto de ello. La fiesta del día del niño se las organicé con una cooperación mínima de $10.00 y los que manifestaron no contar con esa cantidad, no importó fueron muy bien recibidos. ¿Cómo es qué completé? Fácil, me di a la tarea de pedir cooperación entre los ricos del poblado, quienes estupefactos vieron que alguien se atreviera a solicitarles su ayuda con un dejo de insolencia, nunca he sido sumiso
En mi vida cuando he solicitado ayuda, siempre ha sido para otras personas, nunca para mi, mi máxima ha sido, “El hambre me tumba, pero el orgullo me levanta”. También eso se les enseña a las criaturas; dignidad, actitud, empeño y espíritu de lucha. Total que los niños disfrutaron de hamburguesas -a llenar-, refrescos y nieve -también a llenar. hice una linea de producción de madres de familia, con la siguiente advertencia, “No es para nosotros, es para sus hijos, si después de ellos y los niños de otros grupos sobra, entonces si comemos”, no sobró y nuestras papilas gustativas sufrieron en ese día
Vamos ahora al episodio de las competencias académicas. Mi fama de profesor excéntrico y dedicado a mis alumnos había corrido como reguero de pólvora y graciosamente los profesores del área me temían, había intentado sin éxito enseñarles a mis compañeros profesores; Inglés, ajedrez y fórmulas matemáticas y eso los intimidaba
Nuestra escuela -prim. fed. Adolfo López Mateos- después de ser menospreciada académicamente en años anteriores por ser una escuela muy humilde, cuando me presenté con mis alumnos, pasaron estos a ser los favoritos para ganar. Su cambio era notable, iban exageradamente limpios y aleccionados por mi, con actitud de comerse al mundo
No ganamos, salvo un segundo lugar, pero los aterrorizamos. Profesores, hay tanto que hacer en beneficio de los alumnos, no desaprovechen la gran oportunidad que tienen de moldear positivamente a esos pequeños para que sean hombres y mujeres de bien, además no es gratis, cobran y en algunos casos, “Muy bien”
En alguna ocasión les pedí a los niños que escribieran que es lo que mas les gustaba de su comunidad, entre muchos trabajos, hubo uno que llamó mi atención, Gerardito de 6 ó 7 años, comentó que lo que mas le gustaba era la troca (camioneta) Lobo del profesor. En ese tiempo yo tenía una troca Ford f-100 modelo ’66 color rojo, suponiendo que era burla del niño, me le quedé mirando a los ojos, me sostiene la mirada y me reitera que lo que más le gusta es mi camioneta Lobo, lo límpido de su mirada me indicó que lo que dijo era verdad. Creo que los niños me enseñaron mas a mi que yo a ellos
Por los meses de abril y mayo en que empezó a apretar el calor, recuerden que Chihuahua es zona desértica, me percato de que no teníamos un garrafón de agua potable y el agua de la llave no me daba confianza, y, ahí voy una vez mas a solicitar a las purificadoras de Saucillo la donación de garrafones y agua para mis niños, hay un dicho que dice, “Pide y te será concedido”, logrando mi objetivo para mi salón y los tres restantes
Cuando el agua se terminaba, era motivo de fiesta ir a comprarla a la tienda más cercana, yo la compraba y la cargaba, a los niños varones los tenía convencidos de ser mis guardaespaldas y asumían el papel, quizá lo creyeran porque cuando era hora del recreo, jugaba vencidas -en algunos lugares les llaman pulsos- con ellos e invariablemente me ganaban
El último mes de clases, hice pasar un formidable berrinche a mis compañeros profesores -un hombre y dos mujeres- al negarme a ayudarles a construir el escenario de la ceremonia de fin de cursos y graduación, debido a que no me parecía bien hacerlo en horas de clase, les sugerí hacerlo después de estas, pero no pude cambiar los usos y costumbres magisteriales. Total que hasta se indignaron, pero yo terminé mi guía de estudios completa con mis niños
Tengo decenas de historias pero contaré sólo una mas, que aún después de tantos años, al recordarla toca fibras sensibles de mi alma. Cierto día, y de manera repentina estalló un alboroto en mi tranquilo salón de clases, la casi totalidad de niños acosaban a gritos a una desvalida niña acusándola de ratera por el robo de unos colores, no recuerdo su nombre, llamémosle Lily, la niña era aún más humilde que los demás, tenía alrededor de 9 años y seguía en primero
Me enfurecí por la saña de los niños en contra de Lily, e impongo el orden de inmediato diciéndoles, “Aquí no se insulta a nadie, se los he dicho en repetidas ocasiones”, le pregunto a la niña, ¿tomaste los colores que no eran tuyos? Me dice la criatura sollozante, no profesor, hay un creciente murmullo acusador y escucho nuevamente el lapidario grito de, ¡ratera! Iracundo exclamo, ¡a callar todos! Investigo quien fue la víctima, y le digo, no te preocupes vamos a la tienda a comprarte los colores
Se acaba el horario de clases y le digo a Lily, quédate necesito hablar contigo, cuando estuvimos solos le pregunto nuevamente mirándole a los ojos, ¿tomaste esos colores que no eran tuyos? La niña suelta el llanto en forma compulsiva y lo acepta, le seco las lágrimas y le dije, lo que hiciste es muy grave, se llama robo y a los adultos que roban los llevan a la cárcel
Le pregunto nuevamente, ¿Lily tu me quieres? Me contesta la niña, si profesor mucho, mucho, entonces le dije, fíjate bien, si sigues tomando lo que no es tuyo te van a meter a la cárcel, cuando crezcas yo voy a estar viejito y voy a sufrir mucho al verte detenida, ¿me prometes que no vuelves a tomar algo que no te pertenezca? La niña lo prometió y terminamos los dos llorando. Aún ahora después de tanto tiempo, se me hace un nudo en la garganta al recordarlo
Libro recomendado de la semana
Esta vez es una espléndida novela titulada “Las brujas de Salem”, del reconocido autor inglés Arthur Miller. La historia está basada en lo que sucedió en una pequeña comunidad llamada Salem Massachusetts en el 1692. La reducida población estaba dedicada al servicio de Dios (muy de acuerdo al puritanismo norteamericano de la época). El ministro religioso encuentra una noche, bailando desnuda a su pequeña hija, su joven sobrina y varias adolescentes más en las profundidades del bosque. Muy de acuerdo con esos tiempos, se le da un significado satánico al hecho, del que no era ajeno, surgen las investigaciones de las cuales se desprenden en forma injusta, la condena para ejecutar en la horca a 18 personas. En el juicio se puede apreciar el oscurantismo de aquellos años y lo medieval de la justicia canónica. La historia tiene su imprescindible toque sexual que le da aún más interés a la trama. Al final hay una historia adyacente llamada, “El crisol”, al ser el libro el origen de una película, y cuenta los avatares de la misma.
“El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío”
 Horace Mann 
“Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más”

Proverbio hindú

“La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle”
María Montessori
José Cruz Pérez Rucobo