La más grande caravana de migrantes se dirige hacia EEUU; en el norte hay dificultades

Una caravana de migrantes, estimada en un rango de 5,000 a 8,000 individuos, avanza desde el sur de México hacia la frontera norte del país, marcando su presencia más considerable en este año. Esta movilización ha generado inquietud en los refugios y organizaciones religiosas que operan a lo largo de la frontera septentrional, los cuales han advertido sobre la limitada capacidad de Ciudad Juárez para acoger a esta gran cantidad de personas.

Desde Tapachula, en la frontera sur, esta caravana partió el pasado lunes y se destaca por su persistencia y cohesión, en contraste con caravanas previas que solían disolverse en cuestión de días, lo que ahora ha provocado preocupación entre las autoridades y organizaciones humanitarias.

El padre Francisco Bueno Guillén, director de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, ha manifestado su preocupación: “Hemos tenido conocimiento de esta caravana que partió de Chiapas con más de 5,000 personas, por lo que desconocemos cuántos de ellos llegarán a nuestra ciudad. Recordemos que hay numerosas fronteras en el lado norte, y Juárez ha cobrado importancia en años recientes”. Además, Bueno Guillén ha planteado la posibilidad de que esta caravana se fragmente en su trayecto desde Chiapas hasta el norte del país, lo que añade complicaciones a la gestión de su llegada a Ciudad Juárez.

A pesar de la disposición de la Iglesia y diversas organizaciones para proporcionar alojamiento y alimentación a los migrantes a lo largo de su ruta, resulta evidente que existen límites en su capacidad de respuesta a este fenómeno migratorio.

Ciudad Juárez se ha convertido en un punto crucial en el flujo migratorio que involucra a México y Centroamérica, como lo ha advertido la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Durante este año, se ha observado un incremento anual de más del 60 % en la migración irregular que atraviesa el territorio mexicano. La ciudad limítrofe con El Paso, Texas, ha sido testigo de este aumento en la llegada de migrantes.

A pesar de una reducción en el número de migrantes debido a las bajas temperaturas y a un mayor escrutinio por parte de las autoridades mexicanas, los albergues en Ciudad Juárez continúan enfrentando una saturación.

El obispo de la ciudad, José Guadalupe Torres Campos, ha señalado esta sobrecarga: “Las casas del migrante en todo el país, más de 60 en total, han expresado que estamos desbordados, establecimientos que solían recibir 30 personas ahora albergan a 60, y aquellos diseñados para 500, reciben a 800, aunque nos vemos sobrepasados, nuestra intención, como Iglesia, es acogerlos”.

A pesar de los desafíos, los migrantes continúan llegando a Ciudad Juárez en una variedad de medios de transporte, desde trenes hasta aviones, en un intento por evitar los puntos de control migratorio.

Aunque se ha implementado un operativo para disuadir a los migrantes de viajar en tren, algunos aún recurren a esta opción en menor escala. La determinación en la búsqueda del sueño americano sigue firme, a pesar de los obstáculos que se les presentan en el camino.