Morena abre la puerta del Senado a grupos antiaborto

Impugnado por las senadoras Patricia Mercado y Martha Lucía Micher, el Comité de Salud se deslindó del foro convocado por el senador de Morena, Américo Villarreal, con grupos conservadores antiderechos.

¿Cuál es la postura del presidente ante la despenalización del aborto? ¿Por qué no apoyar lo que dice la cartilla de Alfonso Reyes en relación al matrimonio y a la familia? ¿Hasta dónde va a llegar el respaldo del gobierno para cuidar, proteger y respetar los derechos fundamentales “que no están sujetos a discusión”, como es la protección a la familia y a la vida desde la concepción?

Cada una de las tres preguntas fue coronada por aplausos y gritos de apoyo a sus exponentes. Concluía el foro “México Unido por los Valores y la Familia” en el Senado de la República, con la participación de José Agustín Ortiz Pinchetti, miembro del Comité para la Creación de la Constitución Moral propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. El auditorio Octavio Paz reportaba lleno total. Quién se iba a imaginar que la “Cuarta Transformación” juntaría en menos de tres meses a tantos integrantes de grupos conservadores antiderechos para que tuvieran una voz en la Cámara Alta, expresó en su participación el senador de Morena y convocante del foro, Américo Villareal. El matiz antiderechos es de las organizaciones integrantes de la Alianza Nacional por el Derecho a Decidir, porque el legislador jura que ser antiabortistas, pro vida y pro familia tradicional los hace defensores de los derechos humanos.

Ortiz Pinchetti escuchó las interrogantes sin inmutarse, luego de haber sido interpelado en varias ocasiones durante su participación, sobre todo por una asistente que consideró “nefasto” que el empoderamiento de las mujeres sea “el gran acontecimiento que está cambiando al mundo”. Las mujeres han dejado de tener hijos para desarrollarse profesionalmente, elaboró el maestro. “¡Los hijos son bendiciones!”, respondió en un grito la señora. “Sí, pero ocho hijos son demasiadas bendiciones”, concedió el ponente. Risas en el auditorio.

Así que cuando al final de su participación Ortiz Pichetti permitió que le hicieran tres preguntas, tenía lista la misma respuesta: “Andrés Manuel es un católico practicante, respetuoso de las distintas formas de pensar. Y la postura adecuada es separar claramente el ámbito de la religión del ámbito laico. Lo dice Alfonso Reyes, nuestra moral es una moral cristiana, que se puede manifestar y expresar en conceptos éticos. Lo que no se quiere es que se vuelva forzoso un criterio religioso y se imponga a los demás grupos”.

Su no podemos forzar nada se perdía entre las acusaciones de “Ah, pa’ cristiano” que le soltaban cada tanto dos señoras sentadas en los asientos de en medio del auditorio. “Las costumbres de una sociedad pueden ser buenas o malas, pero nadie puede imponer jurídicamente o como una obligación el comportarse en una forma u en otra”, reiteraba, ante la creciente inconformidad de los oyentes. Intentó que quedara claro que se puede estar de acuerdo o no con los principios morales, pero que nunca se plantearían como gobierno imponerlos porque no depende de ellos. No tuvo mucho éxito. “Soy básicamente liberal y me considero a mí mismo cristiano y no podría yo endosar una propuesta para hacer obligatorias las normas que señala la religión”. El auditorio estalló en protestas.

Ortiz Pinchetti dio por concluida su participación con la certeza de que el gobierno de López Obrador “no puede imponer normas que nosotros consideramos éticas y morales como si fueran normas jurídicas. Eso no es posible y creo que todos estaríamos en contra de que en un sentido o en otro se impusieran estas normas a la población”. Inconformes quedaron los asistentes al evento, para quienes “el nivel de abuso, de pobreza, de violencia y de desigualdad” tiene su razón de ser en “la destrucción de la familia tradicional y en la propagación de la cultura de la muerte financiada por ciertos grupos y ONG”, a juzgar por el aplausómetro de las preguntas que se hicieron.

No obstante, un aliado insospechado los hizo retirarse esperanzados del evento: el senador Villarreal, quien convocó al foro en nombre de la Comisión de Salud del Senado sin contar con la autorización para hacerlo.

Senador, ¿por qué organizar un foro con grupos conservadores antiderechos?, cuestionó esta reportera.

¿Grupos… qué?

Conservadores antiderechos.

La intención de este foro es un foro de formación e información, para que cuando sea el momento oportuno de verlo en el aspecto legislativo tengamos una forma consciente de tomar una decisión, no guiada únicamente por una circunstancia de emoción sin el uso de la razón.

Oiga, ¿pero no va eso en contra de los principios que postula su partido al ser de izquierda?

Pues yo no entiendo de acentuaciones de izquierda o derecha en relación de la presencia de los derechos humanos; yo creo que eso no tiene ni derecha ni izquierda.

Morena siempre se ha manifestado como la verdadera izquierda de este país, y los principios de la izquierda son justo opuestos a lo que se planteó aquí hoy.

El derecho humano al derecho a la vida creo que es una circunstancia que debemos de ver y respetar. No he oído yo ninguna promulgación por parte de Morena que estemos a favor de privar de la vida en ninguna etapa de su desarrollo de la misma.

¿Está usted diciendo que Morena está a favor de lo que se ha planteado aquí, de defender la vida desde la concepción?

De defender los derechos humanos y que tendremos que discutir en una situación del grupo parlamentario, en un diferencia de opiniones y en una expresión de un parlamento abierto, cuáles son los planteamientos y las realidades de este momento histórico que estamos teniendo, para tomar una decisión en una democracia participativa.

¿Y en esos principios democráticos no hubiera sido mejor convocar a un foro donde estuvieran las dos posiciones y no sólo una?

Estamos abiertos y vamos a hacer próximamente otros foros en el otro sentido y creo que hay las expresiones también de otros participantes que están en otras posiciones y están defendiéndose.

Para el senador Américo Villarreal, el foro “sirvió para darle voz a gente que no había tenido la oportunidad de participar y ser escuchada” y cuya aportación permitirá “reconstruir el tejido social” que dará pie a lo que llaman Cuarta Transformación. No obstante, su intervención al clausurar el evento por poco y provoca que le retiraran el apoyo, al afirmar que “no son los valores los que nos van a sacar a adelante (¿ah, nooo?, se sofocaron algunas asistentes)”, sino “la virtudes, la práctica de esos valores”. “Aaaah”; el auditorio se volcó en aplausos.

Con permiso de quién

Mientras el senador Villarreal conminaba a sus convocados a seguir “replicando” el mensaje con “ese espíritu de ánimo”, en la Comisión de Salud ya lo esperaban las senadoras Martha Lucía Micher, de Morena, y Patricia Mercado, de Movimiento Ciudadano, ambas veteranas defensoras del derecho de la mujer a decidir.

Ni bien se había incorporado Villarreal a la sesión de la comisión, después de clausurar el evento que desairaron sus compañeras legisladoras, cuando Micher soltó su molestia por organizar el foro en nombre de la comisión sin contar con la aprobación de todos.

“Si no ha sido autorizado por el pleno, entonces lo organiza el senador. Pero que en nombre del Senado, en nombre de la Comisión de Salud, vengan aquí personas con una propuesta contraria absolutamente, que no aparece en ningún lugar de la Ley General de Salud, a mí me parece muy preocupante.

“No comparto a nadie de los que vinieron al foro, a ninguno, ni a su ideología. Tengo un gran respeto por sus personas, pero la manera en que se expresaron es realmente ofensivo. Que en Estados Unidos están asesinando a niños, ¿qué tiene qué venir a decirlo esa gente aquí, y por qué les tenemos que abrir las puertas?, ¿de qué se trata? No tiene nada que ver con el tema de los valores y si aquí se va a disfrazar un foro de antiderecho a decidir, antiderechos sexuales y reproductivos, pues díganlo: propuesta de grupos en contra del derecho a decidir de las mujeres, entonces ya nos entendimos. Pero traer a conferencistas para hablar del valor de la vida, para que luego empiecen a darle una vuelta a su conferencia… que dice uno ‘bueno, pero qué es esto’”.

Micher y Mercado coincidieron en que el senador Villarreal tenía derecho a convocar al foro, siempre que fuera a título personal.

“Qué bueno que quienes organizaron y el senador Américo así piensen. Yo lo respeto”, indicó Micher. “Aquí nadie tiene por qué vetar a nadie. Que quieren venir a hablar los pro vida, el grupo de padres y madres de familia que no quieren educación sexual para sus hijos e hijas -que son este grupo que vino-; que no quieren que se hable de los anticonceptivos y ni del aborto -que es ese grupo que vino-; que no quieren que haya una estrategia en favor de la prevención del embarazo adolescente -que es la ideología del grupo que vino-, pues tráiganlos. Pero no en mi nombre. NO-EN-MI-NOMBRE y bajo ninguna justificación.

“Yo sí estoy muy molesta y lo he expresado en mi grupo parlamentario y en esta reunión, porque pareciera que yo estoy avalando esto. Y a mí se me vino una avalancha de compañeras en defensa de salud diciendo cómo estás organizando eso, y tuve que decir perdónenme, compañeras, no debo haber asistido a la reunión -yo pasé por la faltista- donde se debe haber aprobado ese foro, discúlpenme. N’ombre, nunca se aprobó, ya lo revisé. Y me parece que nos debemos dar un trato bien amable, bien afable, porque no estoy de acuerdo con nada de lo que se dijo en ese foro. Con nada. Y además son grupos que hablaron en contra del presidente de la República toda la campaña. A lo mejor ustedes ni lo saben, pero a eso se dedicaron todo el tiempo. Y ahora resulta que les abrimos las puertas”.

Mercado coincidió con Micher en acordar reglas claras para futuras convocatorias a foros o eventos, a fin de que no se repitan debates con una sola postura que dejan mal parada a la comisión y al Senado.

“Se vale organizar cosas, la cuestión es cómo tomamos las decisiones. No vamos a coartarle la libertad a nadie, puede traer cualquier tipo de ponente, aunque todo tiene su límite, pero no es esta la discusión en este momento. Con esa regla vamos a estar muy bien todos y se va a generar extraordinarios debates científicos, de expertos, de todo el conocimiento y la experiencia en este Senado, que es lo que la gente quiere. Porque además ya estamos en vitrina y todo lo que hacemos se oye, se dice, se ve en tiempo real, y afortunadamente los ciudadanos nos siguen. Hay que tomar ese acuerdo para que no haya confusión”.

El presidente de la Comisión, el también morenista Miguel Ángel Navarro, ofreció junto con Villarreal una disculpa a las senadoras “por el agravio” de que se convocara a nombre de la Comisión de Salud un evento que era a título personal, y que por lo tanto contó con todo el apoyo logístico e institucional del Senado para realizarlo.

En desagravio acordaron convocar próximamente a otro foro, ahora titulado “México unido por la salud para todas la personas”, propuesto por Mercado y en el cual participarán el relator especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental de la ONU, Dr. Dainius Puruas; la representante de ONU Mujeres México, Belén Sanz; la presidenta de CONAPRED, Alejandra Haas; la directora del Instituto Nacional de Psiquiatría, María Elena Medina-Mora; el comisionado nacional de la CONBIOÉTICA, Dr. Manuel Ruiz de Chávez; el representante de la OMS/OPS en México, Cristian Roberto Morales, además de investigadores del Laboratorio Nacional Diversidades, del Instituto de Investigaciones Filosóficas, de la Facultad de Medicina de la UNAM, y del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, todos de la UNAM, así como a organizaciones civiles que trabajan en la atención de la salud mental en México.

Después de este foro quedará más claro cuáles son los derechos fundamentales que deben ser protegidos y por qué no son los de la familia tradicional ni la vida desde la concepción, de acuerdo con el programa.

Con información de Animal Politico