El pasado miércoles, presuntos sicarios dejaron a los habitantes de Chichihualco, Guerrero, incomunicados al cerrar un acceso a la localidad y cortar el suministro eléctrico durante un enfrentamiento armado entre grupos rivales. La situación se complicó aún más con la apertura de una zanja en la comunidad de Atlixtac, dejando a más de 100 vehículos atrapados por más de cuatro horas.
Testimonios de residentes reflejan el temor y la tensión que se vivió durante el incidente. Una habitante relató cómo la balacera, que inició a las cuatro de la tarde y duró hasta las 8 de la noche, mantuvo a la población en alerta hasta la llegada de la policía, el Ejército y la Guardia Nacional. La interrupción del suministro eléctrico dejó incomunicados a los habitantes, impidiendo la comunicación con familiares en otras localidades.
Chichihualco, entrada hacia la Sierra, lleva ocho meses sumido en constantes enfrentamientos entre grupos delictivos con presuntos vínculos políticos y gubernamentales. Estos incidentes no solo afectan la seguridad de los residentes, sino también la educación de seis mil alumnos, quienes desde agosto del 2023 no han podido asistir a clases presenciales. La presencia de fuerzas de seguridad es temporal, lo que permite la reanudación de los enfrentamientos una vez que se retiran.