Hace unos meses, el nombre de Maxim Lyutyi y su pareja, Oxaba Mironova, captó la atención cuando fueron arrestados tras la muerte de su bebé de un mes por “inanición prolongada”. Ayer, Lyutyi fue condenado a ocho años de prisión por su papel en la tragedia.
El influencer vegano, conocido por su estilo de vida basado en la luz solar, fue acusado de privar a su hijo, Cosmos, de una alimentación adecuada. Aunque inicialmente intentó culpar a su pareja, Lyutyi finalmente admitió su culpa ante el tribunal, afirmando que sus acciones fueron resultado de negligencia, no de intención.
El caso reveló detalles impactantes, como el descubrimiento de que Lyutyi comía carne durante su detención, contradiciendo sus creencias. Además, se reveló que el influencer se negó a permitir que Oxana fuera a un hospital de maternidad, lo que contribuyó a la tragedia.
Durante el juicio, se destacó que Lyutyi tenía la intención de criar a su hijo alimentándolo de “prana”, una dieta que implica pasar largos períodos sin comida ni agua y “alimentarse del sol”. Este extremo estilo de vida llevó a Lyutyi a impedir que la madre del bebé lo amamantara y a mantener una estricta dieta para su hijo recién nacido.
La madre de Mironova, Galina, salió en defensa de su hija y acusó a Lyutyi de dirigir una “secta”. Según Galina, Oxana vivía como un “conejillo de indias” en la casa de Lyutyi, donde él ejercía un control total sobre ella.
El tribunal también destacó que Lyutyi y Mironova decidieron tener a su bebé en casa, negándose a buscar atención médica profesional. Cuando finalmente llevaron al bebé al hospital, ya era demasiado tarde para salvarlo.
Este caso ha puesto de relieve los peligros de seguir prácticas extremas de salud sin supervisión médica adecuada, así como la responsabilidad de los padres en la protección y bienestar de sus hijos.