La Fiscal General Diana Salazar, de 42 años, ha estado en el centro de la atención pública en Ecuador debido a su incansable esfuerzo por desmantelar la corrupción en el país. En semanas previas a una de las peores embestidas del narcotráfico en Ecuador, Salazar advirtió sobre la necesidad de estar preparados para enfrentarla. Su pronunciamiento se produjo después de una investigación conocida como “Metástasis”, que reveló la profunda corrupción que afecta a las esferas del poder en Ecuador.
En dicha investigación, se acusó a jueces, políticos, fiscales, policías y otros miembros de alto nivel de haber favorecido a organizaciones criminales a cambio de dinero, oro, servicios sexuales, apartamentos y lujos. Salazar, la primera mujer negra en liderar la Fiscalía en Ecuador, desenmarañó esta red de corrupción mediante la revisión de miles de chats y registros de llamadas de un temido capo que fue asesinado en prisión en octubre de 2022.
Desde entonces, Salazar ha tenido que vivir bajo fuertes medidas de seguridad, incluyendo el uso de chaleco antibalas, debido a las amenazas en su contra. A pesar de los riesgos, ha continuado su lucha por la justicia y ha desafiado públicamente a los implicados.
El 7 de enero, las advertencias de Salazar se hicieron realidad cuando el narcotráfico desató una ola de violencia en Ecuador, incluyendo la toma de rehenes en cárceles, ataques con explosivos y agresiones armadas a la prensa. A pesar de los desafíos, Salazar se ha mantenido firme en su compromiso con la sociedad ecuatoriana.
Además de su lucha contra la corrupción, Salazar ha llevado a cabo investigaciones emblemáticas como el caso FIFA Gate y la trama de sobornos de la firma brasileña Odebrecht, que han resultado en condenas significativas. Su dedicación y valentía la han llevado a ser reconocida como una “campeona anticorrupción” por el Departamento de Estado de Estados Unidos en 2021.
A pesar de recibir críticas y amenazas debido a su labor, Salazar continúa su trabajo en la búsqueda de la justicia y la transparencia en Ecuador. Su ejemplo ha inspirado a jueces, abogados y fiscales en toda Sudamérica y ha sido un referente en la lucha contra la corrupción.