¡Proteger al indefenso!

Por: José Cruz Pérez Rucobo

Un fin de semana más sin escribir de política, créanlo, se aligera el espíritu. Hoy me quiero referir al detestable Bullying, mismo que se ejerce no solo en las escuelas, sino en las familias, los centros de trabajo, clubes de amigos, hasta en los centros penitenciarios (cárceles). Anticipo que desprecio profundamente esa práctica y me duele más cuando se ejerce contra niños y jóvenes en los centros escolares. Se pueden ver muchos videos de niños indefensos golpeados de forma inmisericorde por compañeros que son verdaderos energúmenos, dirán algunos, eso ha pasado siempre, es cierto, pero creo que es tiempo de acabar con esa conducta, lo más pronto posible. Como un primer paso, mi plan que incumbe a padres de familia y profesores, es separar a los niños y jóvenes estudiosos, pacíficos y buenos, de los violentos, viciosos y malos. Estos últimos, entendámoslo, están muy dañados (por muchas razones) y no deberán estar en el mismo espacio físico de los niños normales. Imagino que cuando haya un testimonio en video lo que representa una prueba fehaciente de una agresión en contra de quien no se defiende, sean llamados los padres del golpeador, se le expulse de la escuela y se le haga saber a sus progenitores que debe llevar a su hijo al psiquiatra porque su nivel de violencia no le permite convivir con niños pacíficos. Así como no se puede mezclar el agua y el aceite, asimismo no deben mezclarse niños enfermos (mentalmente) con niños sanos. Entiendo que este problema tiene muchas aristas, este es una propuesta de solución, de las muchas que seguramente habrán.

La especie de “Apartheid” sugerida en el párrafo anterior, debería también operar en las cárceles. Jamás he sido preso, mi experiencia al respecto la baso en lecturas y películas. En los centros penitenciarios, opera la ley del más fuerte con plena impunidad, y se sabe de hombres jóvenes y un tanto débiles que son sometidos a todo tipo de abusos incluso la violación sexual continuada. ¿Por qué no poner a los agresores sexuales, torvos y depravados aparte, si se van a matar y violar entre ellos, la sociedad saldrá ganando. Estoy convencido que hay gente buena en esos centros de rehabilitación social, algunos de ellos trabajan en los talleres o incluso estudian y terminan alguna carrera. Para concluir, y de acuerdo con el título de este artículo, considero que tenemos el deber, los que seamos fuertes física o intelectualmente, de proteger a los débiles o indefensos, yo lo he hecho y, les aseguro, ¡se siente muy bien!

“Si no hay héroes que te salven, te tienes que convertir en héroe”

Denpa Kyoshi

El abuso es algo horrible. Se queda contigo para siempre. Te envenena. Pero solo si tú lo dejas

Heather Brewer

“La intimidación ocurre porque las personas débiles necesitan apuntalar su ego golpeando o humillando a los demás”

Bruce Dickinson