Columna Vía Libre
Después de todo el conflicto del agua y el cúmulo de discusiones contra el gobierno estatal, al parecer el Presidente de la República, se atreverá a visitar la ciudad fronteriza de ciudad Juárez.
Según esto, la visita está enfocada en el mejoramiento urbano; Cd. Juárez fue elegida como parte del programa que tiene para rescatar los espacios públicos y donde existe alto índice de marginación.
Durante la visita se prevé que los productores puedan acercarse al mandatario y le externen su preocupación por la sequía que se vive en Chihuahua y por el agua que se quieren seguir llevando.
Habrá que esperar que, efectivamente, AMLO venga al estado y una vez aquí ya veremos cuál será su comportamiento con los chihuahuenses, por lo pronto se sabe que va a traer “frío” al gobernador Javier Corral.
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Después de largos meses, por fin Chihuahua pasó al color amarillo en su semaforización del COVID-19, es decir, prácticamente casi todo vuelve a la normalidad, pero con nuevas reglas sanitizantes.
La venta de alcohol extiende su horario y nuevamente será hasta las 10 de la noche, los restaurantes-bar también ampliarán sus horarios, abrirán gimnasios -por fin- y hasta los cines…
Después de los primeros quince días se sabrá el despunte que consiga esta nueva etapa.
Y es que, según se sabe, los encargados de la salud están inconformes ante este cambio de semáforo, porque aseguran que los contagios están en aumento y no consideran que sea una medida correcta, ya que esta apertura podría aumentar exponencialmente los casos.
A leguas se nota que se cambia al color amarillo para calmar un poco la presión por parte de los sectores económicos, nomás que quien sigue echando a perder la ecuación, lamentablemente es la ciudadanía inconsciente y desconsiderada, la cual se relaja y cree que ya se acabó la pandemia.
Esperemos que las autoridades estén listas para cualquier situación que pueda desencadenarse.
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Al que ni el conflicto del agua, por ser morenista, lo detiene es a Rafael Espino, se le observa muy movido en las redes sociales promocionando sus publicaciones.
Los que saben, aseguran que Espino ya le está metiendo turbo a la paga de publicidad en redes sociales, no quiere competencia y quiere llenar el ojo de los chihuahuenses para verse beneficiado en el próximo proceso electoral.
La desventaja de Espino es que, así muy, muy conocido no es, en comparación a un Cruz Pérez Cuéllar, pero políticamente hablando sí está más limpio que el otro.
Aún así, todo apunta para que sea Espino el seleccionado para la candidatura a la gubernatura.
A ver que dice AMLO durante su visita a Ciudad Juárez, en una de esas ya le da la bendición y la guía para que se deje ir con todo.
