El Instituto Estatal Electoral le está sacando la vuelta a sus responsabilidades, y aunque en sus sesiones de consejo estatal, todos levantan la mano y se van a la yugular muy envalentonados, pero al final doblan las manos al más mínimo reproche.
Así ocurrió cuando en una primera instancia se habían decidido rechazar más de 350 candidaturas en todo el estado por diferentes motivos, pero al final sólo 140 quedaron fuera, y esos fueron los ausentes, los que de plano ni completaron sus registros o los que guardaron silencio, el resto, logró la aprobación.
Dos de los casos más sonados fueron, el del joven Daniel Jaramillo, de México Republicano, quien no presentó el documento oficial que acreditaba su autismo y se ganó un dictamen en negativo, pero luego de un reclamo y una rueda de prensa, decidieron otorgarle su candidatura pluri.
El otro caso y tal vez es el peor de todo, es el del violentador de género Cuauhtémoc Estrada, quien a pesar de haber sido sancionado por el IEE y por el TEE al acreditarle el delito de violencia política de género, le validaron el registro, sólo porque el señor llevó el caso al TEPJF; en caso de que en esa última instancia, se ratifique la sanción, el coordinador de la bancada de Morena, no podrá reelegirse.
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Quien no tuvo empacho y se atrevió a irse a parar al municipio de Delicias, luego de que su compañero de fórmula Juan Carlos Loera provocó manifestaciones en toda la región en el 2020, fue Andrea Chávez, tras el problemón con lo del robo del agua de las presas y con el asesinato de la activista Yessica Silva en manos de la Guardia Nacional, Andrea demostró que tiene carácter y valentía.
La juarense no sólo fue y se paró en donde tanto conflicto hubo con la Federación, sino que buscó el acercamiento con productores agrícolas, obvio que la mayoría eran beneficiarios de los programas de Bienestar.
Una vez que la hoy candidata a senadora, tuvo a los campesinos de frente, les dijo que ella defendería el agua y que era un recurso de la nación, es decir, les hizo creer que en realidad estaba con ellos, pero varios no se tragaron ese cuento, pues les avisó que el agua es de la nación y esa es la idea que va a defender, por lo que seguramente, la intensión es mandar el agua para Nuevo León y Tamaulipas.
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Sorprendió a propios y extraños, que Fermín Ordóñez fuera nombrado como secretario adjunto a la Presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI, aún y cuando apenas el último proceso electoral, se navegó con la bandera de Morena y despotricó contra el PRI.
Si bien, supo manipular los colores y se pintó del extinto PANAL, en todo momento apoyó a su incondicional Marco Quezada, quien hoy busca ser diputado federal con los colores de Morena y su satélite, el Partido Verde.
Fermín Ordóñez, luego de que Benjamín Carrera lo sacó de la lista de diputados plurinominales como mejor perdedor, comenzó a aparecer tres o cuatro veces por semana en el Palacio de Gobierno. Sostuvo una serie de acercamientos con César Jáuregui pero al final, tras la llegada de Santiago de la Peña, su cabildeo tuvo que comenzar desde cero.
Por cierto, dicen que fue su hermana Gilda Vanesa Rodríguez Ordóñez, quien ocupa la titularidad del Jurídico de la Secretaría de Salud del Estado, quien le recomendó que se deje de tonterías y sume a las filas de la coalición, por lo menos, en este proceso electoral y por el bien de todos…
