*Bombazo Aras *Muy conveniente *La Policía Municipal

Un bombazo fue la noticia de que, Armando Gutiérrez Rosas, CEO de Aras Business Group, se encuentra hospitalizado en una clínica en El Paso, Texas, al padecer la enfermedad del Sida en una etapa bastante avanzada.

El tema no está por demás, pues no se trata de la enfermedad, sino de todo lo que pasaría si Armando Gutiérrez fallece…legalmente su familia podría pelear los bienes, que muchos afectados por Aras esperarían obtener algo como pago compensatorio por el mega fraude.

Aunque sobra decir que la mayoría de los bienes muebles e inmuebles están a nombre de Aras, lo que está a nombre del CEO podría entrar en un segundo conflicto legal, atrasando de manera significativa el proceso que se lleva entorno al pago hacia los afectados.

Dicen los que saben qué, la Fiscalía General del Estado sí tiene ubicado el lugar en que se encuentra el mayor defraudador, pero no le quieren echar el guante porque les saldría mejor reportar un deceso en los Estados Unidos.

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Qué conveniente ha resultado la hospitalización de César D. J., justo 24 horas antes de su audiencia intermedia, pues esto podría representar que la audiencia se difiera por más tiempo y así irle ganando tempo al proceso y retrasar el juicio oral.

Con esto se espera que el equipo jurídico del ex gobernador, vuelva a solicitar el cambio de medidas cautelares y ante la delicadeza del tema, pondrán en un fuerte dilema a la juez Valentina Meléndez.

Por un lado, si es estrategia de los defensores, la juez quedará en ridículo si atiende el cambio de medidas cautelares, pero si no es así, y lo deja en prisión, se le van a echar encima si el ex gobernador empeora, o incluso muere en el Cereso.

No por nada el juez Humberto Chávez decidió tirar el caso, pues, aunque llevar algo tan significativo para Chihuahua abultaría fácilmente un currículum, cualquier error puede significar su carrera a la basura.

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Varios ciudadanos se siguen quejando de la Policía Municipal, pues a la hora de atender los llamados vecinales sobre fiestas escandalosas o por alteraciones a la paz en la vía pública, no hacen nada.

Son varios los ciudadanos irrespetuosos que ya les agarraron la jugada a los uniformados, y cada vez que llegan a pedir que se baje el volumen, la gente les sonríe, le bajan a su desorden y en cuanto los policías se retiran, el escandalo regresa.

No es la primera vez que en Chihuahua se aprueban iniciativas que buscan mano dura contra los vecinos incómodos, y es precisamente la Policía Municipal la encargada de poner orden, pero se ven rebasados ante la indiferencia y el irrespeto, incluso agresiones, de la gente contra los uniformados.

Por ese motivo los policías optan por ignorar los reportes que llegan al 911, y sólo acuden cuando la llamada llega de algún residencial o fraccionamiento privado en donde reside algún funcionario o empresario, el resto, es historia.