Hay un audio que circula en las redes sociales, donde un individuo autoidentificado como miembro de un grupo delictivo reconocido, se comunica al 911 lanzando acusaciones serias contra los policías estatales. En este mensaje, denuncia presuntos actos de robo y extorsión perpetrados por estos agentes en la colonia Sierra Azul.
Lo alarmante es la implicación de una posible emboscada, con la advertencia de la presencia de varias camionetas aguardando la llegada de las fuerzas del orden. Este llamado a la acción, que incluye la colocación de mantas con amenazas dirigidas a los uniformados, ha dejado perplejos a los ciudadanos. La falta de respuesta o pronunciamiento al respecto por parte de la autoridad resalta aún más la audacia con la que estos elementos delictivos desafían el orden establecido.
Ante este panorama, surge la inevitable pregunta: ¿qué nivel de protección puede esperar un ciudadano común y corriente si la propia autoridad parece ser objeto de intimidación?
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El que se voló la barda fue el solitario candidato a diputado del PAN, Carlos Olson quien presentó por medio de sus redes sociales, un remolque que será utilizado como su casa de campaña y hasta para “war room” o como lo quiera usar.
El problema es que con esa adquisición se estaría gastando casi todo su tope de campaña, pues los conocedores dicen que ese remolque, así de acondicionado deberá costar por lo menos 600mil pesos, yéndonos muy bajos y sin contar el equipamiento que llevará por dentro.
Ahora que sus compañeros panistas, se le han dezafanado por corralista y por mocho, Carlos Olson tiene que hacer sus esfuerzos él solito, y se le ocurrió que una casa de enlace movible sería buena idea, sobre todo que ya la anunció como un carruaje de atención a los chihuahuenses, en donde según él, ofrecerá servicios médicos y psicológicos a la población vulnerable, una vez que termine el proceso electoral. ¿Por qué no lo hizo cuando era diputado?
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De los creadores del documental La Farsa, en donde se expone al exgobernador Javier Corral y sus fiscales César Peniche y Paquito González, por las presuntas torturas y hasta violaciones sexuales en contra de los duartistas, ahora llega el audiovisual que habla del cobarde asesinato de la periodista Miroslaba Breach.
Cómo era de esperarse, ese material también pone en evidencia al huevón Javier Corral, a quien señalan de tener una enorme responsabilidad en el asesinato de la periodista.
Personas que estuvieron de cerca en ese caso, que por cierto, sigue impune, narran cómo es que Corral Jurado ordenaba a Peniche crear evidencias, es decir, falsos positivos, para tratar de echarle tierra al atroz homicidio, pero dejando en la impunidad a sus amigos panistas de Chínipas.
El caso destapa varias cloacas que seguramente orillarán a Javier Corral a apurarse a aplanarle el terreno a Claudia Sheinbaum, y asegurar que seguirá en la impunidad y gozándose del presupuesto y sus influencias corruptas, hoy en Morena.
