*Castrejón se siente reportero *Prueba de fuego *Venta de cerveza en la sierra

El diputado Oscar Castrejón insiste en aprontarse en todas las audiencias del ex gobernadora César D. J., y es que el morenista parece que está obsesionado con el gran ladrón originario de Parral, pues no pierde oportunidad para hacerse pasar por reportero o periodista, y tener acceso a la sala de prensa.

Oscar Castrejón busca colgarse de lo que sea para darse a conocer, eso causa “celos” en la gran parte de los diputados de Morena.

Peor aún, eso de andarse haciendo el reportero, no está nada bien e incluso puede ocasionar problemas en el desarrollo de las audiencias, pues en el caso de la del ex gobernador, la jueza Valentina Meléndez, pidió que, en la sala de prensa, sólo haya reporteros acreditados, pero todo mundo sabe que Castrejón es diputado y no un comunicador, pero aferra…

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La prueba de fuego para la Plataforma Escudo Chihuahua y el Proyecto Centinela, será dar con el paradero del conductor que atropelló al reporte del Heraldo de Chihuahua, Eduardo Balderrama de apenas 24 años de edad.

La persona que conducía una Chevrolet Tornado blanca, y quien iba a exceso de velocidad, golpeó al joven y lo arrojó varios metros. Y no conforme, se dio a la fuga abandonándolo en el lugar gravemente herido.

Esa acción de omisión, le quito minutos primordiales para la atención del muchacho, a quien pudieron haber salvado y el cafre se hubiera detenido y hubiera llamado a una ambulancia.

Ahora veremos si las cámaras PECUU y Plataforma Centinela, harán su chamba y se detiene al asesino, quien tendrá que pagar por haberle arrebatado la vida del reportero que apenas iniciaba su carrera como comunicador, y quien en muy poco tiempo había mostrado habilidades para hacer un excelente trabajo.

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También en temas de seguridad, hace unos días se detuvo en la sierra a un narcotraficante que era buscado por ser un generador de violencia y por liderar una célula criminal muy peligrosa en la región serrana.

El asunto es que el decomiso que se le realizó, contradice lo que aseguraron hace apenas dos semanas las autoridades de los tres niveles de gobierno.

Según se dijo, con la desarticulación de la célula criminal de José Noriel Portillo Gil “El Chueco”, la venta monopolizada de la cerveza, se había acabado y con esto, algunos expendios y cadenas comerciales, podrían vender cheve sin problema alguno.

Pues resulta que, a los detenidos de hace tres días, se les decomisaron varias charolas de cerveza, de lo que podría ser, el trabajo de suceder a “El Chueco” en el monopolio de la cerveza, en donde los grupos criminales amenazan a todos los comerciantes de la región, para ser exclusivamente ellos, quienes reparten y venden la chela -entre otras cosas- a todos los pobladores.