Ya se había tardado el director de Transporte, Ricardo Tuda Vargas, en dejar ese cargo el cual evidentemente le quedó bastante grande, aunado a la ocurrencia de la gobernadora Maru Campos, de mandar esa dependencia a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.
En radio pasillo se supo que la renuncia de Ricardo Tuda, no fue precisamente voluntaria, sino que derivó de un agarrón que se dio con el secretario general de Gobierno, César Jáuregui Moreno, todo a raíz del desplegado que mañosamente los concesionarios de Ciudad Juárez publicaron, haciendo referencia al aumento a la tarifa del transporte público.
Los reclamos no se hicieron esperar, y dentro de la discusión sobre el tema, Tuda Vargas y Jáuregui Moreno, se levantaron la voz, a tal grado que quienes escucharon, pensaban que iban a llegar a los golpes.
Ese mismo día en la noche, Ricardo Tuda le presentó la renuncia a la gobernadora, y luego dijo “alcabo que no quería”, haciendo referencia a que nunca logró estar cómodo en ese cargo tan grillo y problemático.
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La otra renuncia que también llegó muy tarde, fue la del director del Cereso número 3 en ciudad Juárez, Francisco Javier Soto, quien apenas la noche del viernes, casi al mismo tiempo que Tuda, renunció a su cargo.
Después del desastre ocurrido en ese centro penitenciario el pasado jueves 11 de agosto, en donde dos reos fueron asesinados a balazos y otros 20 resultaron heridos tras una riña entre grupos antagónicos, Francisco Javier, tuvo que haber sido cesado inmediatamente, pues es increíble que se agarren a balazos dentro de un penal.
No se puede pasar por alto la violencia que se inició en el Cereso, y que se trasladó hasta las calles costando la vida a nueve personas inocentes, entre ellos un niño, una mujer embarazada, una cajera de una tienda y cuatro trabajadores de Megaradio.
El hecho no debe quedar en el olvido y Francisco Javier Soto, deberá ser investigado, pues no hay razón para que los dos grupos criminales tuvieran acceso unos a otros, y mucho menos, que portaran armas de fuego.
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Quien está dando gritos de felicidad, es el virrey Juan Carlos Loera de la Rosa, por que logró poner a su pariente Brighite Granados de la Rosa, como la nueva presidente estatal de Morena en Chihuahua, luego de dos años de retraso en la renovación de la dirigencia.
Pero no todo es felicidad, porque el equipo de Cruz Pérez Cuéllar, alcanzó la presidencia del Consejo Estatal, en donde quedó Hugo González, quien era el asesor principal de los diputados de Morena en la pasada legislatura, por cierto, en el Congreso no lo bajaban de inútil.
La Secretaría General del partido, la obtuvo Omar Holguín, quien no es del grado de casi nadie dentro de Morena, pero dicen los que saben, que será fácil ponerle el pie en el cuello para mantenerlo controlado, como lo han hecho en todo los puestos que ha desempeñado.
Es obvio que Brighite, obedecerá todo lo que le diga Juan Carlos, pues recordemos que fue la coordinadora de su campaña.
Dicen que ahora sí, ya con la dirigencia bien definida, trabajarán los grupos internos, todos en armonía para ganar todos los espacios posibles en el 2024 y apoderarse del estado en el 2027, pero la realidad es otra, pues llegaron a la cabeza puros contrarios que les encanta la grilla y la disputa, por lo que en el 2023 comenzaremos a ver otra vez las divisiones que caracterizan al partido guinda.
