Discúlpenme, no tengo tiempo…

Por: José Cruz Pérez Rucobo

Domingo de relax, de no hablar de política.

Las personas de la tercera edad, quizá somos las que más apreciamos ese muchas veces mal gastado don que es el tiempo, tal vez porque somos conscientes que cada día que pasa, es un día menos en nuestro calendario, cuando la fuerza nos abandona, el cabello y las ideas escasean, el temperamento disminuye, cuando no hay más oportunidades, los hijos se van (es ley de la vida), nos volvemos temerosos… ¿se gana experiencia y sabiduría? En algunos casos, ojalá fuese en todos, más no es así. En ese entorno, manifiesto no tener tiempo para:

– Intrigas

– Chismes

– Pornografía

– Envidia

– Insultos

– Rencor

– Odio

– Vulgaridad

– Obscenidad

– Escatología (ni en chistes)

– Mentira

– Ideología política

 

En cambio, deseo y agradecería mensajes de:

– Humanidad

– Positivismo

– Ingenio

– Inteligencia

– Humor

– Alegría

– Entusiasmo

– Éxito

– Espiritualidad

– Esperanza…

 

Para eso, ¡si tengo tiempo!

¿Seguridad mundial? Tan graciosa e inocente expresión, la vi en una película del lejano ’69, era Santo contra Blue Demon en la Atlántida. El argumento era recurrente, un científico loco intentaba apoderarse del mundo, la música de suspenso clásica, la invencibilidad, valentía, conocimientos y nobles sentimientos de los luchadores, legendaria. Me olvidaba, los villanos (siempre los mismos) tenían un toque de inocencia que rozaban la estupidez. El título de esta reseña de la película, lo tomé de una candorosa e inexistente corporación que coadyudava con El Santo llamada Seguridad Mundial. El resultado final, el mismo de siempre, los enmascarados salvando una vez más al mundo, lo que no comprendo es como se creía uno esos argumentos tan simplones, y por qué era precisamente en México la base de operaciones de esos casi débiles mentales delincuentes con ansias de dominar el mundo. Todo un deleite esas películas, historias y los automóviles de la época, el del Santo era un convertible plateado de dos plazas y el de Blue Demon un Thunderbird “62 ó ’63 color rojo. Hasta aquí mi reporte cinematográfico… pasen un espléndido domingo.