La confrontación, los rencores y las venganzas hicieron que Javier Corral Jurado, sea el primer gobernador que no recibió la gubernatura de manos de César Duarte pero tampoco la entregó en las manos de Maru Campos.
Gris, frío y odiado, es como el señor oriundo del Paso, Texas, es como deja la administración, con más enemigos que amigos, con más demandas en su contra que proceso contra la corrupción ganados, incluso se va con menos aprobación que con la que se fue César Duarte.
Será recordado como el gobernador que no cumplió absolutamente ninguna de sus propuestas de campaña, nisiquiera por orgullo, pues sus promesas salieron del corazón y no de la razón; se recordará por su fallido intento de comprar la franquicia Movimiento Ciudadano, pero luego por apoyar a Morena en el proceso electoral, ambos partidos no lo quieren ver ni en pintura.
A estas alturas Javier Corral, ya debe de estar en España, tomándose unas vacaciones mientras huye despavorido de su propia cosecha; los chihuahuenses esperamos que en su momento regrese para que rinda cuentas y enfrente la justicia, justo como se lo exigió años atrás a otros ratas corruptos como él.
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El mensaje de Maru Campos durante su toma de protesta como gobernadora, fue sobrio, institucional, sin sorpresas y sin rencores; reconoció y subrayó con marca textos el latrocinio de Corral, las miles de muertes por el mal manejo de la pandemia y la obsesión que lo llevó a perseguirla utilizando todos los aparatos legales y tramposos que le llegaron a sus manos.
Aun así Maru dijo que no lo va a perseguir, que serán las propias instituciones, el tiempo y los chihuahuenses quienes en su momento juzguen a Corral.
Presentó sus planes hacendarios para rescatar el desmadre que dejó Corral, el desfalco y la mega deuda que llegó a los 75 mil millones de pesos.
Y como lo dijimos ayer en esta columna, los morenistas mandados por el equipo de Juan Carlos Loera, se manifestaron en la toma de protesta de Maru, y hasta eso, los dejaron que hicieran el escándalo sin reprimirlos, eso habla de una civilidad en el nuevo gobierno.
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A los gobernadores panistas que integran la GOAN, se les olvidó que el hecho de que la asociación se llame Gobernadores de Acción Nacional, no significa que tengan que hacer a una lado a una gobernadora.
En sus publicaciones hay todo tipo de lamentos y felicitaciones para los gobernadores azules, los que se van y los electos, los mensajes son por un sin número de motivos, pero no se vio ninguna felicitación para Maru Campos por asumir la gubernatura de Chihuahua y menos por ser la primera gobernadora de Acción Nacional.
Mal por ellos porque comienzan de manera negativa esta nueva etapa en la vida del PAN en todo el país.
