Lo que para algunos pareciera increíble y para otros un chiste, ayer un grupo de besamanos de Duarte se manifestaron en la Ciudad Judicial con el fin de exigir al Poder Judicial del Estado, que cambien la medida cautelar en contra del exgobernador César Duarte, para que pueda llevar su proceso en arraigo domiciliario ante los problemas de salud que le aquejan. O sea que lo dejen en libertad.
El asunto está en que José Ildefonso Caro, exsíndico de Parral abanderado por Morena, fue quien encabezó la movilización, sin embargo, todo mundo duda de la legitimidad del reclamo así como de un interés genuino por la salud del expriista.
Para colmo, en la manifestación estuvo presente Cesarín Duarte, es decir, el hijo del exgobernador, quien al parecer también cuenta con una orden de aprehensión, la cual no le ha sido ejecutada. No se sabe si dicha orden ya no tiene vigencia o si el muchacho anda con amparo bajo el brazo, pero su presencia resultó en varios cuestionamientos al respecto.
El contingente se trasladó al Palacio de Gobierno para entregar un documento que argumenta la petición, para que la gobernadora Maru Campos y el Fiscal General, César Jáuregui, tomen en cuenta la situación y sea el MP quien pueda ceder un poco ante la inflexibilidad de los jueces del TSJ.
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Otra vez se vivió un momento incómodo entre el alcalde Marco Bonilla y el exalcalde Eugenio Baeza, ambos protagonistas de la pugna por Mápula y el asunto del Relleno Sanitario.
El primer encuentro que dejó una cara larga en el rostro de Marco Bonilla, fue en la planta ubicada en la salida a Cuauhtémoc, y es que en el mes de febrero la gobernadora Maru Campos logró que Bonilla acudiera a un evento en los territorios de su némesis Eugenio Baeza, quien lanzaba sonrisas de satisfacción por tal odisea.
El escenario se repitió este martes cuando nuevamente Maru Campos convocó a Marco Bonilla a un evento en la planta Bafar pero al norte de la ciudad, en donde otra vez el alcalde capitalino tuvo que agachar la cabeza.
Esta situación se presenta en el marco de un proceso electoral e donde se sabe que Marco Bonilla no puede entrar en desacuerdos con la gobernadora quien le podría tumbar su sueño de repetir la alcaldía con miras al Palacio de Gobierno en el 2027.
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La Fiscalía General de la República sigue levantando entrevistas de los afectados por el presunto robo de las Pensiones del Bienestar Para el Adulto Mayor, y las broncas siguen recayendo en Juan Carlos Loera y Marcelino Gómez.
Van casi una veintena de afectados quienes coinciden en el presunto modus operandi denunciado por el ciudadano Hugo Ruíz, quien ha podido llevar el presunto robo en despoblado a las instancias federales para que las autoridades tomen cartas en el asunto.
Aunque en principio Juan Carlos Loera era respaldado por su jefa directa Ariadna Montiel, luego de haberse volteado y apoyado a Adán Augusto en lugar de Claudia Sheinbaum, le quitaron la protección jurídica y de impunidad que mantenían a su favor.
Ahora a base de amparos, el ciudadano denunciante pudo hacer que la FGR se pusiera a hacer su chamba y que se investigue el asunto que por lo menos en cinco municipios de la entidad, pudiera haber más de 4 mil adultos mayores afectados.
