*Bonilla y Barrio *Un fiasco la “estampida” *Transporte público

El encuentro entre Marco Bonilla y Pancho Barrio, no tardó en levantar rumores de que el equipo del ex gobernador panista podría ir canalizando su fuerza política, esto para el proyecto político de Marco Bonilla.

Se sabe que el actual alcalde intentará conseguir la reelección a como dé lugar, buscando una votación histórica, pues ya se dio cuenta que los logró en los pasados comicios del 2021.

Para superarse así mismo, deberá juntar todas las fuerzas blanquiazules, evitar la división y procurar que su equipo solucione de una vez por todas, las broncas que trae con el equipo de Maru Campos, pues la palabra de la gobernadora será decisiva para sus aspiraciones, sobre todo si quiere heredar ese trono para el 2027.

Dicen que Pancho Barrio podría hacer un excelente papel como mediador entre la gente de Maru y de Bonilla, pero nada es seguro, la pugna al interior del PAN por los puestos privilegiados, es cada vez mayor y una operación cicatriz puede no resultar tan fácil.

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La fracasada estampida que organizó la Canaco, sólo generó molestias entre los ciudadanos y estuvo llena de errores logísticos y cosas no previstas, por lo visto ya es costumbre que todo lo que organiza Canaco sale un fiasco.

Más que una estampida, parecía una pasarela de ganado, pues sólo llevaron un puñado de cabezas de ganado cornilargo español, debido a que según dijeron los organizadores, sólo un rancho chihuahuense se dedica a la crianza de ese tipo de animal y no consiguieron más.

Ciudadanos que transitaban por la avenida Teófilo Borunda, también se cuestionaron sobre el motivo por el cuál, teniendo a pocos metros el parque El Palomar, tuvieron que colocar el escenario en la calle y dejar el parque sólo para unas minigranjas de exhibición.

El hecho resulto muy absurdo, sumando que a pesar del cierre de calles y avenidas principales, la presencia de ciudadanos fue muy poca y en el lugar sólo se podía apreciar a los organizadores y sus familias.

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Los transportistas insisten en el aumento a la tarifa del camión urbano, pero las deficiencias son cada vez peores, además los choferes manejan como unos verdaderos orangutanes echando la lamina a los demás conductores, sin contar que se pasan casi todos los semáforos en rojo.

Y como ejemplo del pésimo servicio, sólo es cuestión de pararse una hora y media en alguna de las paradas de la ruta Nombre de Dios, y ahí se quedará esperando, porque ese camión pasa cada dos horas aproximadamente, ah! pero el moche a los policías de transporte no falta.

También puede ir uno a darse la vuelta al centro de la ciudad y ver los yonkes en donde suben a los ciudadanos; ¿será que una vez más los concesionarios le van a dar atole con el dedo a las autoridades estatales?

No se puede olvidar que con César Duarte y con Javier Corral, se hicieron muchas negocias para que mejoraran las unidades, y aunque el estado les cumplió a medias esos acuerdos, los concesionarios simple y sencillamente, no aportaron ni para una llanta nueva.

Esta será una de las pruebas de fuego para César Jáuregui, quien ante la ineficiencia de Ricardo Tuda y de Gabriel Valdez, tuvo que llevarse de nuevo a Transporte para su terreno y desde ahí poder mover los hilos para negociar con el monstruo que representan los concesionarios del transporte público.