La gobernadora Maru Campos, se ha mantenido ausente los últimos días, al parecer por un nuevo contagio de Covid-19 el cual buscan ocultar, pues estaría la cuarta ocasión que contrae el virus, lo que dejaría ver una actitud totalmente irresponsable frente a la pandemia que, -aunque parece-, aún no ha terminado.
A Maru Campos no se le ha visto en el Palacio de Gobierno, en por lo menos seis días, y aunque es bastante normal que se ausente, siempre trata de asomar la cabeza aunque sea una vez para calmar las aguas, lo que hasta el momento no ha ocurrido.
Algunos “analistas” decían que Maru no quería salir para no tener que hablar sobre los dichos de López Obrador en el sentido de que en Chihuahua persiguen a Javier Corral por haber investigado a César Duarte, pero lo cierto, es que su ausencia es por el bicho adquirido de forma irresponsable.
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Por si quedaban dudas de que, si Javier Corral está detrás del drástico rompimiento entre la comunidad jesuita y la gobernadora Maru Campos, fue el padre Pato Ávila, quien bendijo la nueva librería de Javier Corral.
En la inauguración sólo estuvo el ex gobernador, su esposa Cintia Chavira, el padre Pato, sus colaboradores, y párale de contar, y es que no se invitó a nadie porque salvo Lucha Castro, nadie los quiere.
Irónicamente la librería lleva por nombre Sándor Márai, quien se suicidó cuando se encontraba en la total soledad, algo así como se encuentra Javier Corral en este momento.
Por cierto, dicen que los títulos que maneja en su nuevo negocio, son de esos que caracteriza los gustos lectores de los morenistas, por lo que el mensaje podría resultar bastante claro.
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La violencia no cesa en la zona de Guachochi y luego de algunos enfrentamientos y masacres casi continuas, la Fiscalía General del Estado, la Secretaría de Seguridad Pública, el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, implementaron algunos operativos para “garantizar la seguridad de la zona”.
Esto resultó inútil pues también los uniformados han sido agredidos, dejando en evidencia la vulnerabilidad de los ciudadanos ante los grupos criminales.
Mientras Maru Campos centra sus esfuerzos en las elecciones del 2024, y Edibray Gómez asegura que la Sierra Tarahumara es el lugar más seguro del mundo, los criminales controlan cada vez territorios más extensos.
No se ve una salida digna al asunto, y si no se busca una estrategia más inteligente y menos farol, para que haya resultados para los ciudadanos, y no discursos políticos…la sierra cada vez va a ser menos atractiva para el sector turístico, y obvio tampoco para los comerciantes que a todos tiros los roban en esos caminos de la sierra controlados por el narco.
