Uno de los coordinadores de la campaña de Claudia Sheinbaum, el señor Pedro Torres, ex vocero de Juan Carlos Loera, se anda tomando su papel demasiado en serio y es que, dicen que le anda haciendo al general amenazador.
Quienes lo han visto, comentan que el máximo líder de la opinión pública, -según él- Pedro Torres, le anda queriendo manejar la línea editorial a los reporteros, claro, siempre argumentando los convenios que Sheinbaum tiene con los medios.
Tal parece que a “Don Pedro”, -así le dicen algunos y no por su nombre-, que se le olvidó de dónde viene, y pudiera ser que hasta la diputación lo mareó y lo dejó fuera de lugar. Nadie sabe, pudieran ser también patadas de ahogado a sabiendas que Ebrard al interior y Xóchitl al exterior, les andan llevando la delantera.
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La pugna por la presidencia de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, no está dando suficiente grilla para los cabildeos, y todo parece indicar que, ante las negocias entre las fracciones parlamentarias, la balanza se inclina por Ivón Salazar.
Pareciera que la Reforma Constitucional y la desaparición de poderes en Nuevo Casas Grandes, pudieran haber sido un factor determinante para la negocia por la titularidad del Legislativo, la verdad es que, para beneficio de los chihuahuenses, el tema ha fluido sólo.
No por nada se ha visto a Ivón Salazar, Adriana Terrazas, Alfredo Chávez, De la Rosa Hickerson y casi todo el Congreso del Estado, rondando los pasillos del Palacio de Gobierno, pues buscan en los mejores términos el apoyo del Ejecutivo para comandar la torre legislativa.
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Estuvo bueno el tiro que se dieron a las afueras del Palacio de Gobierno, los guardias del recinto incorporados a las fuerzas estatales y los elementos del Ejército, y es que, el pasado lunes, previo a la llegada de la gobernadora, habían llegado algunos generales de la Sedena.
No por ser militares, les da derecho de estacionarse en donde quieran, pero aún así, rompiendo los protocolos, la camioneta de un general fue colocada en donde está totalmente prohibido.
Ante tal arbitrariedad, personal de seguridad del Palacio, le pidieron al castrense que retirara el vehículo, pero el sujeto se resistía y hacía todo por ignorar la instrucción que fue en buena lid, pues al final, al aproximarse el convoy de Maru Campos, un mayor le ordenó al soldado que retirara el vehículo del lugar.
Para sorpresa de todos, el soldado dio una negativa, asegurando que eran ordenes de su jefe, pero fue tanta la insistencia y las explicaciones técnicas de los guardias estatales, que al final decidió obedecer lo que para todos era obvio.
En algo tan simple no se podían poner de acuerdo, no nos queremos imaginar cuando se tienen que coordinar Estado y Federación para las labores de seguridad…
