El ex fiscal general del Estado, Roberto Fierro Duarte, ahora resulta que es el nuevo director jurídico de la Secretaría de Hacienda del Gobierno del Estado, lo que dará mucha tela de donde cortar, pues el señor es “especialista en detectar irregularidades” dentro del servicio público, así como lo hizo en su gestión como fiscal.
Lo cierto es que Roberto Fierro le conoce a Maru Campos todos sus movimientos, y ella por nada del Mundo lo quiere lejos, por el contrario, eso es lo que lo ha mantenido dentro de la administración estatal y no precisamente por su resultados.
Si bien, no hizo un mal trabajo en la Fiscalía General del Estado, sí se espera que haga lo mismo en la Secretaría de Hacienda, por ende, detectará alguna que otra irregularidad, de lo contrario, podría tomarse como una chamba de favores por favores.
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En este espacio del comentamos de lo invisible de Enrique Rascón al interior del gabinete estatal, y lo que dijimos no fue muy lejos de la verdad.
Habrá que ver qué será lo que responderá ante la nueva bronca que se viene, pues se ha evidenciado una oleada de muertes de niños en la sierra por desnutrición.
Aunque el tema le compete al Bienestar de Juan Carlos Loera, la bronca no es muy ajena de Enrique Rascón, y en vísperas de un proceso electoral, tendrá que rendir cuenta, lo que no hará, porque no tiene idea de qué se trata. O tal vez está esperando que le saque la chamba la Secretaría de Salud dirigida por Gil Baeza…
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La diputada federal por Morena, Susana Prieto se destapó como la principal candidata al Senado de la República por ese partido, por cierto, se quiso ver incluyente al decir “mexicanes”.
Para muchos fue ridículo que busque ser senadora, pero no para Andrea Chávez y Rosana Díaz, quienes andan buscando esa candidatura.
Si bien, Susana Prieto no goza de mucha popularidad, sí tiene todas las cartas para humillar a la youtuber y a la conductora de Televisa, por lo que dentro de Morena, llevará la delantera, aunque el panorama es pésimo para los juarenses, pues cualquiera de las tres, son una terrible carta de representación y ni qué decir de los “panuchos”, que están peor…
