Columna Vía Libre
Bien lo dijo el Secretario General del CEN del PAN, Héctor Larios, es decir, el segundo al mando después de Marko Cortes; “no tenemos tiempo para pensar en cosas insignificantes”, refiriéndose a los ataques de Javier Corral al proyecto político del PAN encabezado por Maru Campos.
Pues ahora que ya terminó la jornada electoral, ahora sí tienen tiempo para pensar en el espaldarazo de Corral hacia el PAN, y aunque sigue siendo insignificante, ya que el único que le siguió el juego fue Miguel Riggs, ahora sí los azules buscarán echar a patadas al huevón de Palacio.
No fueron las palabras textuales de Paco Navarro, dirigente municipal de ese partido, pero más claro, ni los muros de la Ciudad Judicial; el dirigente azul dijo muy gustoso que ahora que la tormenta pasó, comenzarán a buscar la expulsión de los panistas traidores, pero todo Chihuahua sabe que los únicos traidores fueron Corral y Riggs, nisiquiera Gustavo Madero quien al final se alineó y logró meter al peor de todos los posibles, al facho fresón que se hace llamar Carlos Olsón o como algunos lo conocen, “mentirolson”.
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Hablando de los azules, resulta ser que ahora le deben la vida al PRI, pues según Alex Domínguez, haciendo sumas y restas y multiplicándolo entre divisiones, el tricolor le aportó al proyecto de Maru Campos por medio de Chela Ortiz, un 7 por ciento de la votación, es decir, la enorme ventaja que tuvo Maru sobre Loera, se la deben al PRI, -que no mame-.
En una nada y a Domínguez se le olvidó que la adhesión mediática de Chela a Maru, en lugar de darle beneficios, le dio problemas, incluso llegó el momento en que parecía que una declinación de ese calibre, era para beneficiar al candidato de Morena, pues el resultado fue contraproducente.
Aunque las declaraciones de Alejandro Domínguez, están muy lejanas a la realidad, la verdad es que no se puede ignorar el gran trabajo que hizo para reconstruir las migajas de ese partido, pues mientras Omar Bazán lo dejó casi casi que para perder el registro, Domínguez y compañía en pocas semanas lograron construir un proyecto que los llevó a obtener 30 alcaldías y sindicaturas, así como recuperar los distritos 20 y 21 en el ámbito local; bien por ellos, porque seguramente eso les da un respiro para las elecciones del 2024.
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Ya que estamos en temas tricolores, dicen los más grilleros que la gran politóloga Graciela Ortiz, ya sabía de su inminente derrota y del triunfo de Maru, desde el momento en que le pidieron ser la abanderada del PRI por la gubernatura.
El plan con maña se fraguó con paciencia y los pasos en falso en realidad estaban fríamente calculados, como dice el Chapulín Colorado… Chela sabía que aunque era una batalla perdida desde antes de comenzar, algún provechito se le podría sacar.
El provechito se traduce en algunos milloncitos que una vez declinada MEDIÁTICAMENTE, no reportó al partido y por el contrario facturó hasta los chicles para reportar los gastos ante los órganos electorales, y mientras quedaba bien con la próxima gobernadora, se le vio en las agencias de autos para ver cuál será su próxima camioneta cortesía de los chihuahuenses vía PRI.
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De Juan Carlos Loera me gustaría mucho decir algo, pero la verdad es que ya no tiene caso, pues su postura del lunes fue la misma del domingo, es decir, acepta que le arrimaron tremenda paliza en las urnas, pero impugnará todo, porque todos tienen la culpa menos él.
