*Circo para el embajador *De vuelta el Profe Chaparro *Gilberto Loya

El evento “binacional” donde estuvieron presentes el embajador Ken Salazar, la primera dama Beatriz Gutiérrez Müller y la gobernadora Maru Campos en Ciudad Juárez, fue un verdadero circo para el embajador gabacho.

Tal vez la esposa de López Obrador y Maru Campos, estén muy acostumbradas a las cumbias tumbadas, al sonidero o al chuntaro style, pero Ken Salazar no, y seguramente esperaba algo más decente, como los bailes folklóricos, que por cierto, fueron muy pocos.

Lo que no pudieron acomodar fue el mensaje, el cual también confundió al diplomático estadounidense, pues, por un lado le llovían susurros de que apoyara al populismo guinda, mientras por la otra oreja, le insistían en la necesidad de apoyar a los conservadores.

Mal sabor de boca se llevó el embajador, que, aunque acostumbrado a los desfigures mexicanos, en la fronteriza Ciudad Juárez, no pudo comprender nada de lo que ocurría, pues se topó con un choque de egos, de empoderamiento y de ideologías.

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Buena estuvo la revuelta del profe Martín Chaparro, ahora que fue a reclamar su trono a las oficinas del Comité Directivo Estatal de Morena.

Tal y como lo vaticinamos en este espacio, la sobrina de Juan Carlos Loera nunca acreditó su triunfo arreglado ante los órganos electorales como el INE y el IEE, por lo que oficialmente, el dirigente estatal sigue siendo Martín Chaparro.

Poco antes de las 08:00 horas, llegó el profe para dejar en claro que, aunque cansado y con ganas de que llegue el relevo para dirigir al partido guinda en el estado, no se quedará conforme hasta que llegue el indicado, y no sólo una figurita impuesta por el súper delgado Juan Carlos, sino alguien que de verdad quiera ver por los chihuahuenses.

Todo esto se pudo haber evitado, si la elección interna hubiera sido limpia y sin tantas negocias turbias…ahora explíquenle a sus militantes el cochinero que traen.

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A quien le pusieron una buena paseada en el Congreso del Estado, fue a Gilberto Loya, quien por más que intentó explicar que la Plataforma Centinela no es una simple torre que costará 4 mil millones de pesos a los chihuahuenses, los morenistas lo cuestionaron de pies a cabeza.

Loya Chávez definitivamente no pudo hacerlos entender, y aunque la pretensión es hacer las cosas bien, la realidad, para la gente es que los proyectos no se pueden quedar en buenas voluntades y en derroches económicos.

Será el tiempo el que les dé la razón o los juzgue, pero por lo pronto, todo indica que el proyecto arranca mal, y lo que mal empieza, mal termina. Ante los chihuahuenses, esa torre es para enriquecerse Maru y sus amigos, pues ya salió a la luz que, el metro cuadrado de esa torre costará algo así como; un millón y medio de pesos el metro cuadrado.