El reclamo del ex gobernador José Reyes Baeza resultó ser genuino, y es que dejando fuera las grillas, sí resulta ofensivo para el PRI que Alito quiera perpetuarse como dirigente nacional del partido.
La bronca no está en los 90 días hábiles que pidió; el problema radica en el hecho de que esos 90 días se pueden convertir en 4 meses, lo que lo llevaría al inicio del proceso electoral del 2024.
Es justo ahí donde los priistas no están de acuerdo, pues Alito Moreno, ha desempeñado un papel reprobable ante los tricolores, y ahora se los quieren imponer por un rato más.
Legalmente, el periodo de Alito termina el 18 de agosto del 2023, pero con la aprobación de su gestión, se va hasta el 2024 y entonces la ley lo obligaría a ser el presidente del CEN del PRI hasta que concluya el proceso electoral, puras transas ese Alito, que lo único que está haciendo es hundir más al PRI, con tal de él salvar su pellejo.
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El secretario de Desarrollo Rural, Mauro Parada, armó un megapachangón en las instalaciones de la Unión Ganadera de Chihuahua, en donde se rodeó de sus más cercanos.
El señor a pesar de estar utilizando recursos púbicos, convocó sólo a sus allegados y a quienes eran de su agrado, aunque en realidad a nadie la cae bien.
A decir de su sequito de chalanes, el señor Parada, dijo que nadie merecía de su amistad, y sólo quienes le dan contentillo podrían degustar de su fina compañía, aunque sus botas sigan siendo nefastas ante el clamor de los campesinos que piden su atención.
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Al pichicuas, fue a quien el magistrado Luis Villegas Montes, culpó de la persecución política que los morenos traen en su contra, y es que, aseguró que las broncas de la jueza Sabela Asain, es sólo para manchar su imagen.
Luis Villegas se refería así al diputado de La Rosa Hickerson, a quien todos conocemos como “el Pichuy”, pero también dijo que estaban involucrados el senador Rafa Espino, el delegado Juan Carlos Loera y compañía.
El asunto es nefasto pero ya se metió al Senado de la República, y esto rosa en lo absurdo, pero estaremos pendientes a lo que pueda pasar, pues ya se convirtió en una novela al estilo de la Rosa de Guadalupe.
