El Obispo emérito de Chilpancingo, Salvador Rangel, quien estuvo desaparecido durante 48 horas, fue encontrado ayer en un hospital público en el centro de Cuernavaca, mostrando signos de violencia y posiblemente drogado. El prelado, de 78 años de edad y con problemas de salud, fue secuestrado cerca de su casa en Jiutepec, Morelos, el sábado pasado.
Tras denuncias públicas sobre su desaparición, Rangel fue localizado en el hospital “Dr. José G. Parres” de Cuernavaca. Según fuentes, ingresó como desconocido y presentaba golpes en el cuerpo, además de evidencias de haber consumido drogas. Los resultados toxicológicos mostraron la presencia de benzodiacepina y posiblemente cocaína en su organismo.
El Fiscal de Morelos informó que el Obispo aparentemente fue víctima de un secuestro exprés para vaciar sus cuentas bancarias, aunque no se descarta la posibilidad de que su mediación en conflictos relacionados con el crimen organizado en Guerrero esté relacionada. Por el momento, Rangel se encuentra estable y fue trasladado a un hospital privado para recibir atención especializada.