Columna Vía Libre
Miguel Riggs, ahora se arrepiente de haber cambiado una diputación federal que obtendría de forma segura, por la expulsión automática del PAN a la que se hizo acreedor junto con Carlos Borruel y todos los panistas que por hacerle el caldo gordo a Javier Corral les espera un sexenio en la banca, en otros casos más tiempo.
Estos personajes no necesitarán de un proceso de expulsión, porque los propios estatutos internos de Acción Nacional, son muy claros y específicos en que esas acciones traidoras, son merecedoras de la baja automática.
Y es que, si por berrinche o por jugarle al “yo puedo solo” no pueden ser leales a una institución política, imaginen como gobernantes, el claro ejemplo lo tenemos en Palacio Federal y un poco más cerca, aquí en el inmueble de la Aldama y 11ª.
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De los ocho diputados locales que buscaban la reelección, sólo el juarense Benjamín Carrera no lo logró, los otros siete ganaron con marcadores holgados, incluso el Distrito 05 por el que competía Carrera, le fue arrebatado por la panista Marisela Terrazas, quien era diputada plurinominal pero esta vez lo ganó por tierra.
En Morena ya le dijeron a Benjamín Carrera, que si no pudo ganar un distrito, que sobra decir, ya era de ellos y sólo tenía que refrendarlo, ¿cómo tenía pensado ganar la presidencia municipal fronteriza?
Hay cosas que no se pueden explicar, sobretodo en la decisión del priista Chuy Velázquez, quien buscaba la alcaldía de Guadalupe y Calvo por el PAN; Humberto Chávez, quien dejó la curul para buscar la alcaldía de Saucillo; Marisela Sáenz, quien se le puso a las patadas a Cruz Pérez Cuéllar, y buscó ser la alcaldesa juarense; Obed Lara, quien se fue por la presidencia de Cuauhtémoc, todos ellos compitieron por lo que ya sabían que estaba perdido, pero el colmo de colmos fue Misael Máynez, que ya se veía como presidente municipal de Ciudad Juárez, abanderado por Redes Sociales Progresistas… ¿será que iba por las prerrogativas y no por el cargo?
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Juan Carlos Loera ya no haya a quién echarle la culpa de su derrota, dice que hubo partes del Estado donde no hizo campaña por amenazas. Se le olvida al señor que la Federación reparte abrazos a los criminales y no mueve un solo dedo para combatir al crimen.
Hasta acusó a los medios de comunicación de su derrota, pero, no sabe que su inútil coordinador de campaña ni los mensajes contestaba. Definitivamente desde el principio fue un mal candidato, sin olvidar que junto con el necio de Palacio Nacional dejaron las presas vacías, todo eso y muchas otras cosas más, se le acumularon a Loera y se reflejó en las urnas.
Sin duda un mal perdedor, y sus colaboradores cercanos están por las mismas ramas, puro troglodita y flojo acostumbrados a que todo les regalen.
