Las intenciones de Lilia Aguilar para negociar con Morena una candidatura para el Senado de la República, se han visto más bien por el lado de “una extorsión” a modo de guerra sucia, o la compra de una franquicia familiar como lo es el PT.
Pero esto se ve cada vez más lejos, pues al parecer, la balanza se anda inclinando por la diputada Susana Prieto, quien vendría con un respaldo contundente desde la Ciudad de México, y le pondría los pies en la tierra a fichitas alzadas como Andrea Chávez y la propia Aguilar.
Para colmo, la Susana Prieto, mejor conocida como la defensora de los trabajadores, estaría siendo respaldada por los meros meros morenistas que sí tienen peso dentro del partido, es decir, Cruz Pérez Cuellar y el Frente 4T.
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Mientras la UACh se cae a pedazos, “EL Primazo”, el rector Luis Rivera Campos, intenta sacarla a flote acomodando a Nachito Rodríguez, a sabiendas de que todo el desorden que dejó Georgina Bujanda, llevará mucho tiempo resolver.
Peor aún, la mente del rector está en carnes asadas mal organizadas, en el gasto desmedido para Rectoría, viajes en primera clase, y en andar detrás de la gobernadora en cada evento que les es posible…
Esto pasa en medio de una universidad con los niveles académicos más bajos, los costos de colegiaturas bastante altos y una infraestructura que se basa en dos ejes. Uno es el olvido de los que ya existe, y el segundo es, la construcción de obras mal planeadas, innecesarias y hasta incómodas para la movilidad de los campus.
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En la Fiscalía General del Estado ya comienzan a extrañar al ex fiscal centro, Francisco Martínez, y es que, dentro de su hiperactividad, Paco Martínez le quitaba una enorme carga al trabajo mediático y de relaciones públicas de la FGE.
Sin que fuera precisamente esa su responsabilidad, el ex funcionario siempre estaba disponible para despejar dudas, informar sobre lo que pasaba en Chihuahua y anunciar de forma oportuna los logros, aciertos y desaciertos de la fiscalía centro y de la general del Estado.
Ahora las cosas son distintas, pues, toda la carga recae en la fiscalía de César Jáuregui, ante una evidente incapacidad por parte del priista Heliodoro Araiza Reyes, quien simple y sencillamente desconoce todo lo que pasa, y lo poco de lo que se entera, lo guarda bajo llave y prefiere guardar mutis.
