Tal y como se anunció en este espacio, será Georgina Bujanda la nueva presidente del Congreso del Estado, tras la renuncia cantada del experimentado Mario Vázquez Robles, quien deja la titularidad legislativa para irse como coordinador del Grupo Parlamentario del PAN.
Dicen que aunque buena onda y de carácter tranquilo, Don Mario es muy bueno jalando orejas, sea quien sea y sin importar nada, por eso desde la mirada de los analistas políticos, la jugada de poner a Mario coordinando de la bancada y no en la presidencia de la Mesa Directiva, es una estrategia que traerá buenos resultados, sobre todo en el cabildeo y el consenso con los otros grupos parlamentarios.
Por otro lado, Geo Bujanda, aunque rígida, concreta en sus ideas y con un extenso conocimiento de asuntos legales, jurídicos y de seguridad, será un perfil técnico, se le dejará en la presidencia para que haga las pautas que den fluidez al desarrollo de las sesiones, es decir, será un arbitro de quien no se esperan politiquerías.
Estos cambios se van a oficializar este jueves en la sesión plenaria, sin que se esperen objeciones por parte de los diputados de los otros partidos, pues finalmente los cambios son internos del PAN y no alteran en nada el curso en el Congreso del Estado.
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Algunos alcaldes andan agüitados por la regañada que les dio la gobernadora Maru Campos durante la reunión que tuvo con los 67 ediles de todo el estado.
No es para menos, pues muchos novatos le llegaron a pedir presupuesto extra para construir puentes, parques turísticos, mega plazas y hasta para gestionar hospitales y escuelas; esto no suena mal, pero es que algunos pertenecen a municipios con muy poca población y donde realmente no son temas urgentes.
En su mensaje Maru Campos les leyó la cartilla y no sólo les pidió paciencia, sino que les advirtió que no iba andar financiando obras de relumbrón, les dijo que deben someterse a las necesidades de sus gobernados y no a egos ni gustos personales, como lo hacía un tal gobernador que no quiso nombrar, pero que acaba de terminar su quinquenio.
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El mensaje ambiguo de Marco Bonilla y los alcaldes del PAN, comenzó a levantar polémica y le aventó un buen golpe al Instituto Estatal Electoral, y es que se les hizo fácil decir que no había lana para elecciones de las presidencias seccional, aún y cuando en campaña celebró la reforma electoral y dijo que lo más conveniente era que lo hicieran los expertos, o sea, el IEE.
Marco Bonilla no lo hizo de mala fe, pero sí lo podemos tomar como un llamado desesperado a que se le busque una solución a la bronca, pues las elecciones seccionales deben de ser el 7 de noviembre y nadie tiene lana.
Eso es culpa de los diputados de la pasada legislatura, quienes decidieron quitarle al IEE ese presupuesto destinado a las juntas municipales, y dárselo a Javier Corral para que se lo gastara en “pitos y flautas” y el golf; en su momento le dijeron al IEE que ya buscarían la forma de que el Gobierno del Estado les autorizara esa lana, pero no sabían que Corral iba a dejar al estado quebrado.
Los alcaldes panistas, en lugar de hacer el comentario tan alarmante, se hubieran limitado a decir que el IEE debería sacar las manos de esos procesos y dejarlo todo como antes, elecciones sencillas organizadas por los municipios, y con unos costos por debajo de los millones de pesos, salvo en lugares como Chihuahua donde hay mucha gente y cinco seccionales.