La detención de los cinco policías de Aldama, trastocó a la Fiscalía General del Estado, tanto así que le costó el puesto al fiscal de la Zona Centro, Francisco Martínez Valle, quien venía reduciendo las estadísticas en la ciudad.
Lo que inició como un desafortunado accidente carretero, terminó con un berrinche del fiscal Jáuregui quien al parecer ordenó la destitución de la coordinadora de la FGE en Aldama, a los cual Francisco Martínez se negó y pagó las consecuencias.
Una muestra más de que la corrupción del alcalde de Aldama, Miguel Rubio, no sólo ha ocasionado abusos como el de los policías municipales que intentan proteger a un “poderoso” por el accidente en donde murió David Gámez, sino que también ha “revuelto” el agua en otras corporaciones, justo como lo antes mencionado.
Por cierto, en el lugar de Francisco Martínez, Maru Campos y César Jáuregui decidieron poner a Heliodoro Araiza, un excelente abogado y mano derecha del ex alcalde Marco Quezada.
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Hablando de policías, ahora fueron cinco agentes de la Guardia Nacional quienes ejecutaron a un hombre en el municipio de Guadalupe Distrito Bravo.
Según la versión de la Fiscalía General de la República, los elementos de la GN atendieron el reporte de disparos y personas armadas, pero al llegar al lugar, sólo encontraron un sujeto sospechoso que circulaba por el rumbo.
Dicen algunos testigos que el sujeto intentó acelerar pero los agentes accionaron sus armas, matándolo de cuatro balazos, tras el hecho intentaron alterar la escena, pero fueron detenidos y puestos a disposición de la FGR.
En menos de una semana, van por lo menos nueve agentes de distintas corporaciones, quienes han sido detenidos ¿será que ahora el ciudadano de bien debe cuidarse de quien se supone debe servir y proteger?
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Se buscó por el camino de la diplomacia y lo único que se logró fueron respuestas vacías con datos irreales, acordes a alguien que por lo visto no quiere ni a Chihuahua, ni a su gente.
Es por eso que luego de muchos llamados, pláticas y diálogos, el secretario de Comunicaciones y Obras Públicas de Gobierno del Estado, Mario Vázquez decidió solicitar por vía oficial que la delegación de la SICT se ponga a reparar las carreteras federales, la urgencia sobre todo porque ya vienen las lluvias y el deterioro será aún peor.
De buena manera se había pedido, no dinero, sino simple y llanamente que hicieran su chamba; incluso hubo un ofrecimiento de parte del Estado para colaborar y poder atender estos tramos “de miedo” a los que no hay ni cómo sacarle la vuelta.
Y como la respuesta siguió siendo el silencio y la negación, Vázquez ya le puso la urgencia sobre el escritorio tanto al director del Centro SICT en Chihuahua, pero también a la propia Secretaría en la CDMX, a ver si así sacan un poquito de vergüenza que han de tener bien guardada en un baúl.
