Dentro de Morena, la pugna por las candidaturas al Senado de la República, siguen generando división, y es que, mientras los falsos y convenencieros, insisten en perfilar a la youtuber Andrea Chávez, los menos manchados se van por Susana Prieto, aunque ésta en varias ocasiones, ha asegurado no ser morenista, sino que es una luchadora social aprovechando el espacio que le brinda Morena.
Rafa Espino iría de candidato en el número uno, Cabada podría colarse si mueven las fichas para que “desde arriba” vayan quitando del camino al alcalde Cruz Pérez Cuellar, pues sería por medio de Cabada que le cambien el escenario a Cruz.
Muy atrás, y repudiados por la gente, pero respaldados por padrinos de pesos, Juan Carlos Loera y Rossana Díaz, ex conductora de Televisa y recién inventada “política” en el Congreso del Estado.
El tema se pone bueno, porque ya comienzan a surgir los traidores que no apoyan a nadie y sólo mueven fichas para beneficio personal, como Martín Chaparro, Brigithe Granados, Hugo González, Marcelino Gómez, entre otros de la misma calaña.
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Mientras Oscar Castrejón, intenta crear un escenario en donde el abogado Gabriel Vidaña es una de las mentes jurídicas de Maru Campos, en la Secretaría General de Gobierno, no hayan cómo convencer al “lambiscon con iniciativa” de que desista al amparo contra los libros de texto.
Castrejón, igualito que AMLO, tildan de corruptos a los juzgados de distrito, pero sólo cuando las resoluciones no les convienen, y a “todos tiros” buscan colocar sus escenarios en donde ellos quedan como los santos.
Habrá que preguntarle ¿en dónde están los libros que la Federación no ha entregado y que hacen falta para la distribución? O es sólo porque la controversia la promovió Maru, quien por cierto, ya dijo que con o sin amparo, los libros de van a repartir por ordenes de la SCJN.
Por su parte Vidaña que anda en “la banca”, -pues se sabe que es un “grillo”-, quiso quedar bien con la gobernadora para ver si le dan jale en Gobierno del Estado.
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Mientras Andrés Manuel López Obrador sigue invitando a los migrantes a que crucen por México, sin absolutamente ningún control migratorio, en Juárez las tragedias siguen ocurriendo.
No bastó con los 40 migrantes calcinados dentro de las oficinas del INM o de quienes han sido amenazados y extorsionados por el crimen organizado, sin contar los que han caído del tren; ahora la propia Guardia Nacional los acribilla cerca de San Jerónimo, con un saldo de dos muertos y cuatro heridos.
Esto pasa mientras López Obrador voltea para otro lado y finge que nada ocurre, y lo que es peor, el presidente lo niega en sus mañaneras y hasta culpa al PAN y al PRI de estar generando falsas tragedias para ensuciar la bondad del Gobierno Federal.
Al parecer esta situación no será atendida por la Federación porque políticamente al presidente le resulta bastante conveniente que estados como Chihuahua y Coahuila, permanezcan envueltos en este problema sin salida, sobretodo en el inicio de un proceso electoral.
