La gobernadora Maru Campos, dijo que andaba triste porque el Consejo Político Nacional del PAN cayó en hora de trabajo y por ende, no pudo acudir, sobretodo porque iban a tratar todo el arguende de la ruptura con los traidores del PRI.
Pues la tristeza no le duró tanto, porque por ahí dicen en los pasillos del Palacio de Gobierno, que Maru Campos no tuvo agenda en Chihuahua, porque desde la noche de lunes se fue a la Ciudad de México para reunirse con Marko Cortés, y ponerse al tanto de lo ocurrido en las grillas nacionales.
Ahora sí que no le importó que el martes fuera horario laboral, incluso ignoró por completo las actividades cívicas correspondientes a la conmemoración de la gesta heroica de los Niños Héroes…claro, a quién le importa “un mito” nacional histórico, si se pueden ir fraguando desde ya, “nuevos mitos”, su sueño guajiro para el circo que representa la política mexicana, y como siempre, valiéndole madre los chihuahuenses.
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Resulta irónico, que tan a sólo 20 días después de que se haya infestado de chinches la sala de prensa del Palacio de Gobierno, y que la coordinadora de comunicación social de Maru Campos, Adriana Ruíz, haya maltratado a los reporteros arrumbándolos en un lugar carente de las necesidades básicas para desempeñar su chamba, ahora se replique la grosería en el Palacio Nacional.
Si el caso de chinches en el Palacio chihuahuense, era para tomarse como una vil broma, el problema se repitió en el Palacio Nacional, y justamente con la gente de prensa, pues en una de las mañaneras de López Obrador, se evidenció que el área de prensa tenía una plaga de chinches.
Ahora entre bromas se culpan unos a otros sobre quién pudo haber sido el qué llevó las chinches exportadas desde Chihuahua a Ciudad de México, o mejor aún, de parte de Maru Campos para Andrés Manuel López Obrador.
Lo cierto es, que los pulgosos seguramente son los reporteros y periodista, o al menos eso es lo que piensan Maru Campos y Andrés Manuel López Obrador y su gente -no tan piojosa- como sus departamentos de comunicación.
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El fiscal general del Estado, Roberto Fierro Duarte, salió con su graciosada de que él no es agente de vialidad para andar correteando a los camioneros, aún y cuando en Villa ahumada acaban de morir 10 personas inocentes por un conductor drogado que pasó retenes estatales, y federales, en donde nadie le detectó la droga ni su estado de intoxicación.
Ahora resulta, que los idiotas son los ciudadanos, y las autoridades sólo están para ver de lejos el desmadre que se hace por sus omisiones. Nomás falta que diga que él no es la mamá del Chueco y entonces él no tiene la culpa por haber criado a un sicario.
Bonita forma de evadir sus responsabilidades, sobre las cuales, por cierto, les ha dado carpetazo a la mayoría con una o dos detenciones que se realizan con “chivos expiatorios”…
Total que el fiscal y su jefa, Maru Campos, no dan ninguna solución a todo el desmadre que hay en el Estado, solo se reúnen con los también corruptos de la SEDENA a tomar café y tragar galletas en las reuniones “de seguridad”, para taparle “el ojo al macho”.
Caída Libre…
Qué responsabilidad tendrá la nueva directora del Instituto de la Mujer, porque dentro de tantas cosas que se han dejado de atender, o más bien controlar, será la que está viviendo el Dif Estatal…cuidado Maru, dile a tú mamá del harem que está haciendo su director administrativo, corriendo gente y contratando a mujeres que les ofrece trabajo con miras a otra cosa. Empieza la novela, y aquí lo tendremos al tanto querido lector…
